Villa burbuja
Los primeros huéspedes llegaron a los apartamentos de Tokio sin actos públicos y en silencio
En un Tokio en Estado de Emergencia, sin actos públicos y en silencio, la Villa Olímpica abrió sus puertas a diez días del comienzo de los Juegos. Los 5.600 apartamentos construidos en el barrio de Harumi empezaron a recibir a sus primeros inquilinos sin que el Comité Organizador haya ofrecido datos ni le dé excesiva importancia, en unos Juegos marcados por una pandemia que restringirá todos los actos y la presencia de espectadores. “Nos vemos obligados a tomar estas precauciones para prevenir la propagación de la COVID-19”, rezaba el comunicado emitido por la organización.
Los autobuses de los primeros huéspedes fueron escoltados por varios coches de policía que después esperaron en la entrada para dificultar la visibilidad. El Comité Organizador ha limitado la estancia en la villa de los deportistas: deberán ingresar como máximo cinco días antes de competir, en principio, y abandonarla dos días después de que terminen sus pruebas. La mayoría de ellos buscan una alternativa para aclimatarse a los horarios y las temperaturas de Japón y optan por otras ciudades, como la natación que aprovechará su acuerdo con la ciudad de Yamaguchi para realizar allí la estadía antes de entrar en Tokio.
La Villa estará totalmente equipada y una vez finalicen los Juegos Paralímpicos se acondicionará para que familias tokiotas puedan vivir en unos pisos que ya han comprado antes del comienzo de la pandemia. El barrio de los olímpicos alberga comedores, un gimnasio y un centro de control de dopaje, y contará también con una clínica para gestionar los potenciales casos de COVID-19, además de unas instalaciones médicas para atender otro tipo de contingencias sanitarias. Muchos de estos servicios se han tenido que improvisar en los últimos meses después de la cancelación de los Juegos el pasado verano, cuando cambiaron los planes de los organizadores.
COVID. El uso de mascarilla será obligatorio en las zonas comunes y cuando no pueda garantizarse una distancia de seguridad apropiada para todos los atletas olímpicos y paralímpicos, que se esperan que sean unos 15.400 en conjunto, y otro personal con contacto frecuente con ellos.
La cuenta atrás para los Juegos ha comenzado y la inauguración de la villa, que ha pasado de puntillas, refleja las diferencias con Río 2016. En aquellos Juegos, la apertura de la Villa Olímpica ubicada en Barra da Tijuca, en la zona oeste de la ciudad, fue un caos considerable. Sin presupuesto, inmerso Brasil en una crisis galopante, las expediciones de Suecia y Australia cogieron unos taxis y se fueron a dormir a hoteles por las numerosas deficiencias en los apartamentos. La delegación española sufrió la falta de luz de unos edificios inacabados. Un ruido ahora inexistente.
Controles Se esperan unos 15.400 atletas bajo medidas estrictas