La gran noche de Giannis
Si los Bucks ganan esta madrugada (03:00) a los Suns, serán campeones de la NBA
El 30 de abril de 1971, en Baltimore, los Bucks ganaron (4-0 a los Bullets) el primer y hasta ahora único anillo de su historia. Tres años después perdieron el título ante los Celtics, en el séptimo partido y en su pista. Desde entonces, han pasado más de 47 años, Milwaukee Bucks no ha jugado con la posibilidad de sellar un campeonato. Hasta hoy. Esta noche (03:00, hora española) espera la gloria… o la agonía de un séptimo partido que se jugaría en Phoenix, el jueves. Esa es la misión de los Suns: volver a casa vivos.
Si ganan uno de los próximos dos encuentros, los Bucks se convertirán en el quinto equipo que remonta un 2-0 en la eliminatoria por el anillo de campeón. Antes lo lograron los Celtics en 1969, los Blazers en 1977, los Heat en 2006 y los Cavaliers en 2016. Los Blazers de Bill Walton (contra los Sixers) y los Heat de Dwyane Wade y Shaquille (contra los Mavericks) consumaron el vuelco con cuatro triunfos seguidos, de
2-0 a 2-4. Los
Bucks pueden unirse a ellos si cierran la final hoy, en un atronador Fiserv Forum donde la media de las entradas en el mercado secundario se dispara más allá de los 6.000 dólares.
La final se ha ido convirtiendo, partido a partido, en una tortura para unos Suns que comenzaron arrollando y se han ido quedando sin respuestas, cada vez más fiados a las acciones individuales de Devin Booker (30 puntos de media, 82 totales en los últimos dos partidos) y con un Chris Paul incapaz de gobernar el juego como suele. La defensa de los Bucks funciona, y el big three está respondiendo a lo grande: el trabajo atrás de Jrue Holiday, los puntos quirúrgicos de Khris Middleton y la dominación absoluta de Giannis Antetokounmpo.
Líder. El griego, ateniense de origen nigeriano que llegó a la NBA como un fideo en 2013, está firmando una final pletórica, emocionante. Si hoy ganan los Bucks, sumará con 26 años un título y, salvo sorpresa mayúscula, el MVP de la final a sus dos MVP de fase regular y los premios de Jugador Más Mejorado y Mejor Defensor. Y cinco all star en las últimas cinco temporadas (acabará su carrera con muchos más). Después de soportar críticas feroces tras las eliminaciones de su equipo en 2019 y 2020, sabe que este es su momento. Promedia en su primera final 32,3 puntos, 13 rebotes y 5,6 asistencias con un 61% en el lanzamiento. Un líder de hierro y una conjura: evitar el séptimo partido y llevar, medio siglo después, el éxtasis a Milwaukee.