Obra de arte de La Rojita
España gana, convence y hace un gol para enseñar en las escuelas ● Doblete y exhibición de Sergio Gómez
España ganó y, sobre todo, convenció. La Rojita cerró un partidazo de principio a fin, que no terminó en goleada de escándalo por una combinación entre la falta de puntería de los delanteros españoles y la buena actuación de Webber, portero rival. Presión alta, circulaciones rápidas, posesiones con cambios constantes de banda a banda... Los de De la Fuente por fin fueron reconocibles, con los ingredientes que siempre han caracterizado a los grupos dirigidos por este seleccionador. Que esta gran versión haya llegado cuando sólo se han jugado cuatro partidos de este ciclo (todos abrochados con victorias) es una grandísima señal.
Comenzaron los españoles por resolver el problema inicial: la intensidad con la que entraron al partido fue altísima. Hasta cuatro ocasiones muy claras tuvo La Rojita en los primeros diez minutos. Guiada por el gran momento de forma que atraviesa Sergio Gómez, España dejó una primera media hora casi perfecta. Precisamente el jugador del Anderlecht fue el autor de los dos primeros goles. El que abrió el marcador llegó después de un penalti inocente concedido por la defensa norirlandesa, mientras que el segundo fue el tanto que sueña cualquier entrenador. Una jugada completísima, que plasma sobre el césped todo el trabajo de los entrenamientos. La comenzó Agirrezabala, que arriesgó para no pegar un pelotazo. La jugada continuó con una transición rápida en la que la pelota pasó por todas las líneas (casi siempre con toques de primeras) y terminó con un pase de Rodri que dejó solo a Sergio Gómez para que definiera con calidad. Una obra de arte para enseñarle a los niños cómo quiere jugar la Selección.
Abel. En la segunda mitad, Irlanda del Norte bajó los brazos y España continuó en modo martillo pilón. Siguieron los fallos en la definición y llegó una acción que no es asunto menor: el gol de Abel Ruiz. Es el nueve y capitán de esta generación y no había tenido suerte. Ese reencuentro con el gol del delantero puso la guinda a una actuación que sella el pleno de victorias.
Puntería El único lunar fue la definición, porque España tuvo muchas ocasiones