“Ser padre me ha hecho ser mejor jugador y persona”
Rahm repasa su gran año, la paternidad y el estrellato antes de atacar Valderrama
Anda Jon Rahm algo escocido por el Open de España, que se le escapó con una mala vuelta el sábado cuando intentaba una tercera victoria en el torneo. “Es difícil manejar las ganas de verme jugar bien con mis ganas de jugar bien. Pude hacerlo dos años, pero en este no lo hice bien el fin de semana. Quizá el sábado estaba forzando demasiado para contentar”, explicó ayer en la rueda de prensa previa al Estrella Damm N. A. Andalucía Masters, la segunda cita seguida del European Tour en España, que arranca mañana.
Esta será en Valderrama, la joya de la corona. Un campo tan temido como venerado, que no da margen para barruntar el pasado. Por eso Rahmbo ya se ha centrado en el siguiente reto. Nunca venció allí. Fue segundo en 2019 y le gustaría subir el último peldaño esta vez. “Sería único”, aseguró.
Número uno del mundo con un ‘major’ bajo el brazo y desde abril papá, el vasco cree que ha sido “un 2021 muy cansado, con mucho estrés, pero un gran año”. Y atribuye gran parte de la culpa a la paternidad: “Soy mejor jugador y persona que hace dos años. Igual de cara al público no, pero yo veo que mi juego ha progresado bastante. Y como persona… he dado un salto muy grande desde que nació Kepa”. “En el campo, como competidor, me siguen importando las cosas, pero cuando salgo soy padre. Ayuda a darse cuenta de que el golf no es todo”, añadió.
El estatus del vizcaíno ha cambiado desde su última aparición por tierras gaditanas. Ya no es solo un golfista de élite, sino un deportista de nombre internacional. ¿Cómo ha afectado eso a su vida? “Estoy a lo mío. Es que no me doy cuenta porque no estoy aquí (vive en Arizona). En Madrid di un paseo y la gente me reconocía. Es increíble que jueguen al golf y empiecen a pensar más en este deporte por lo que hago yo. Pero mi manera de pensar en mí no ha cambiado, soy el mismo chaval de Barrika”, respondió.
Ya son 17 semanas como número uno del mundo y Rahm ofreció la clave para permanecer en la cima: “Dos cosas: si te lo crees, dilo, digan lo que digan. Lo segundo es que no hay ningún truco o camino especial. Son muchas horas de trabajo y esfuerzo. Y eso vale para todo, como si quieres ser el mejor basurero, hay que meter muchas horas para llegar”.