El Granada de Paco López golea en su estreno liguero
El Albacete, con nueve por dos rojas directas
AIMARA G. GIL /
DLA CRÓNICA
icen que a entrenador nuevo, victoria segura. Paco López ya lo hizo en Copa del Rey y lo refrendó en Liga, eso sí, con el VAR como protagonista. Dos rojas directas en los minutos 8 y 60 fueron determinantes para que el Granada se llevase los tres puntos. Ricard fue clave en los dos primeros goles y el canterano Bryan Zaragoza metió el tercero en una jugada personal que inició él mismo casi en el centro del campo y creó el cuarto. Balsámica victoria para el nuevo proyecto de Paco López, que la semana que viene tiene su prueba de fuego: ganar lejos de Los Cármenes.
Con un equipo de circunstancias, el Granada de Paco López salió con intención. Dos ocasiones de Molina y Callejón avisaban. Pero todo cambió con la expulsión de Boyomo. El central entró a la altura del tobillo con la plancha a Ricard y el colegiado, Moreno Aragón, le sacó la roja directa previa llamada del VAR. En la pantalla no tuvo dudas. Sin embargo, a pesar de contar con uno más, el partido se le atragantaba al Granada, que llegaba cuando dominaba el balón y hundía a su rival, pero sufría para recuperarlo. Fuster, de hecho, sacó un balón desde línea de fondo que se paseó por la portería de Raúl. También Neva pudo abrir la lata en un remate en el área. Parones, faltas, protestas y poco ritmo para llegar sin goles al descanso.
Tras la reanudación, Callejón, tras un gol anulado a Higinio, al fin, abrió el marcador. Ricard se fue de Alonso y la puso a Molina, en el rechace apareció el motrileño para mandarla a la red. Se quitaban un peso los nazaríes, que se encontraron con Bernabé para sentenciar. Y, en el 60’, se puso todo de cara. Pisotón a la altura del gemelo de Álvaro a Víctor Díaz y, a pesar de ser falta del granadinista, el VAR llamó al colegiado, que expulsó al albaceteño. Ricard, ya con nueve, puso el segundo y Bryan tuvo su noche soñada. El canterano salió en el 72’ para marcar un golazo y provocar el de Glauder en propia puerta en otra jugada por la banda derecha. Victoria, quizás, demasiado sencilla.