Mucho más que Neymar
Tite ha conseguido encajar todo el talento disponible en su idea de equilibrio. La líder del ranking FIFA tiene alternativas para no depender de su crack
Brasil es una de las indiscutibles favoritas para llevarse el título en Qatar. Lo es no solamente por el nombre. Llega a la cita después de haber intimidado en los clasificatorios y entregada a una idea de Tite, que con críticas o sin ellas, ha resultado eficiente para acabar con ese vicio que hacía a la Canarinha depender de Neymar en los grandes torneos. Nada de eso ya. Además, el veterano seleccionador ha consolidado a un equipo apegado a una palabra muchas veces denostada en el vocabulario futbolístico brasileño: el equilibrio. Así ha conseguido encajar un ingente caudal de talento, dotándolo de sofisticación y automatismos necesarios en el fútbol de hoy.
Para ello se ha apoyado en la vieja guardia. Empezando por Alisson. El del Liverpool no está en un momento sublime, pero siempre es una garantía a la que acudir en momentos puntuales. El eje de la defensa es más empaque. Marquinhos (PSG) y el eterno Thiago Silva vertebran al equipo desde atrás. Este último parecía un trasto viejo cuando el propio
PSG, de primeras, decidió no presentarle una oferta de renovación. Pero en el Chelsea ha demostrado que todavía está para lo que se le necesite. Por delante, Casemiro para barrer todo y ayudar a todos. El pivote decidió poner punto y final a su espectacular ciclo en el
Real Madrid para acometer el reto de la Premier. Es la voz de Tite en el campo. El mejor guardaespaldas para tanto donde elegir de centro del campo hacia delante.
Y es que Tite se ha permitido el lujo, o más bien se ha visto obligado, a prescindir de jugadores como Neres, que ha protagonizado una resurrección espectacular en el Benfica. Pero es que no le caben todos. Hace ya meses que el seleccionador se encontró con las eclosiones de Antony, ahora en el Manchester United, y de Raphinha, que venía destapándose en el Leeds antes de fichar por el Barcelona. Además, el proceso de crecimiento de un Vinicius cada vez más afilado y atinado en el Real Madrid. Todo ello para envolver con alternativas a un Neymar que venía amenazando de que este podría ser su último Mundial. De momento, en los dos que ha disputado, Brasil 2014 y Rusia 2018, no pudo pasar de las semifinales con seis goles y seis asistencias en diez partidos. Con Galtier en el PSG está viviendo uno de sus mejores momentos. Aplicado, enfocado y
Marquinhos y el eterno Thiago Silva vertebran al equipo desde atrás. Por delante, Casemiro barre todo, es la voz de Tite en el campo
Neymar llega aplicado y enfocado, en una de las mejores versiones que se le recuerdan en el PSG. Galtier se ha ocupado de ello
decidido. Como Gabriel Jesus, al que no le ha podido sentar mejor cambiar el Manchester City por el Arsenal.
El momento de Richarlison es otra gran noticia. Un comodín que le da muchos matices a Tite, para variar. Se frenó un poco desde octubre por un problema muscular, pero apunta a titular como jugador más avanzado en una situación de falso nueve que promueve más aún la asociación y la generación de superioridades en varias zonas del campo. Porque si Brasil es orden en cuando a su implicación defensiva y el inicio del juego, se convierte en un relámpago indescifrable cuando sus dinámicos y técnicos jugadores comienzan a triangular para desorientar a cualquier defensa. Quizá, entre las pocas fisuras que se le puedan encontrar, aparece la de los laterales. A sus 39 años, Dani Alves entró en la lista final y muchos piensan que es para atar en corto a Neymar, esperando que su amigo evite cualquier reacción volcánica de su mejor jugador que pueda alterar el grupo. Danilo alterna varias posiciones en la Juventus, ha dejado de ser un especialista en el carril. Por eso Militao podría rememorar sus momentos vividos en el Oporto, cuando formaba con Pepe, Felipe y Telles la línea defensiva de Sergio Conceiçao. Precisamente, la apuesta por el lateral del Sevilla es otra de las que chirrían, como tampoco ha tenido, hasta el momento, una temporada solvente Alex Sandro.
Por último, en Brasil no ha gustado en exceso que su selección se recluyera para hacer su minipretemporada en los diez grados de Turín. Algunos temen que los 32 que se encuentre al llegar a Doha puedan significar un error de calibrado de un casi siempre meticuloso Tite.