Cruceros de lujo para e L Mundial
Comodidad Solo están a 10 minutos del centro y a poco más de los ocho estadios
Miles de aficionados se alojan por 6.500 euros en los gigantes barcos que estarán atracados todo el mes
El MSC Poesia y el MSC World Europa son dos de los tres enormes cruceros que estarán amarrados del 19 de noviembre al 19 de diciembre de forma permanente en la Gran Terminal del puerto Doha, a solo 10 minutos en transporte público del corazón de la ciudad. Es decir, no se moverán de allí durante lo que dura el Mundial.
Es, por ello, una forma de hospedarse diferente, lujosa, chocante. La falta de suficientes habitaciones de hotel -y el tipo de hospedaje tan particular en un barco- ha hecho que muchos aficionados, miles, hayan optado por pasar el Mundial en un crucero, sin pisar si no es necesario Doha, sin afrontar sus restricciones.
El coste total es de 6.500 euros para el mes completo. Además, también es posible hospedarse por noche con un precio de 470 cada una, a la que hay que añadir 90 más si se quieren ampliar con el uso de todos los restaurantes y bares que están a disposición.
El alcohol, principalmente, es una de las cosas que sí se pueden consumir en los cruceros y no en tierra, a excepción de en hoteles y lugares autorizados. Es por eso que la cerveza, el vino y las demás bebidas alcohólicas fluyen entre los clientes, en la piscina, al sol, sin preocuparse de nada más que aprovechar las horas del día a 30 grados y acudir luego a los partidos.
El crucero que visita AS tiene 22 cubiertas, una capacidad para 6.700 pasajeros, 47 metros de ancho, 2.626 camarotes y 40.000 metros cuadrados de espacio público. Hay varias piscinas, cines, restaurantes, tiendas y los lujo en su interior. Es, por su comodidad, el lugar escogido por las mujeres de los jugadores de la selección inglesa para pasar el Mundial.
Enormes Hay tres cruceros en el puerto de Doha, cada uno tiene 6.700 plazas
Ambiente.
Hay hinchas de muchas nacionalidades, lo que le da un gran colorido al enorme buque estos días. Un grupo de mexicanos abre su camarote de cuatro plazas para enseñar cómo conviven. Son estancias cómodas y modernas. La piscina, con su enorme
tobogán que recorre de arriba abajo el barco, es el corazón del torneo. Hay una pantalla para ver los partidos desde la hamaca, desde el agua, disfrutando al máximo.
También se puede seguir el Mundial en el teatro gigante del interior, con una pantalla aún más grande que la de fuera. Se juntan aficionados de todos los países, incluidos un padre cubano pero de origen español y sus dos hijos, ataviados con la camiseta de La Roja antes de ir al estadio. Un alojamiento inédito, espectacular. Una apuesta de Qatar para aportar aún más lujo a aquel que lo busque. Un Mundial en un barco, en el mar, lejos del mundanal ruido que provoca un torneo así por la ciudad.