Locura en el Palacio
El Madrid se va hasta los 105 puntos y encadena cinco victorias en la Euroliga ● El primer cuarto acaba 32-40 ● Llull, 20
Ni Chus Mateo ni Obradovic tocarán las castañuelas por el espectáculo, que lo fue por anotación y acierto de tres, pero que resultó ingobernable por una actividad defensiva digamos que disoluta. Los blancos, al menos, pasaron de la nada a algo más. Los de Belgrado, de vuelta en Madrid, cuando se cumplen 30 años del Partizán de Fuenlabrada, siguen aprendiendo lecciones de vida en su regreso a la élite. La de ayer es que da igual que metas 17 triples con un 49% de acierto y 97 puntos tras 21 asistencias si el rival se va a 105. Y claudicas en el rebote y no frenas las armas de un adversario superior. Ese fue el resumen, con el Real en más de 100 por primera vez este curso (69-100 al Betis en la Supercopa). Hasta cuatro madridistas encestaron al menos 14 puntos, con Llull en 20 y Tavares en 17. Atrás, buen tramo de Ndiaye, Hezonja y Abalde cuando le dieron la vuelta a la tortilla antes del descanso.
El baloncesto es la leche. Por si había dudas, lo volvimos a ver en el Palacio con un contraste descarnado entre un periodo y otro. Una locura. Un triple de Andjusic en la última décima elevaba el punto 40 del Partizán en los primeros diez minutos. Sí, sí, ¡32-40! Los merengues salieron blandos no, lo siguiente, y los de Obradovic supieron abrir el campo y buscar buenos tiros de tres (8 de 12) y jugar con velocidad, cargando primero con Andjusic y luego con Nunnally y LeDay. Un torbellino.
Y con ese resultado de frotarse los ojos se encaró el segundo cuarto y… el Partizán tardó dos minutos en sumar su primera canasta y más de cuatro para la segunda. Parcial de 20-2 desde el intermedio y, siendo más concretos, de 16-0: 52-42. Mateo había dado con el quinteto atrás y con las asignaciones precisas, mientras Hezonja no defraudaba en ataque. El canterano Ndiaye, un ala-pívot, cogía al base rival, a Exum, un poco al estilo de lo que hacía Slaughter hace unos años, y Hezonja, un alero, aguantaba el cuerpo a cuerpo a LeDay, un 4-5 potente. Y también andaba en pista Abalde, buen trabajo de intendencia.
Las revoluciones habían bajado en ese segundo periodo (22-11) para volver a repuntar en la reanudación (32-23) con un Llull acertado, más tras recibir en pase que tras acarrear el balón: 86-74 en… 30 minutos tras un robo y bandeja de Goss. Quedaba el último asalto y el Madrid, pese a lograr un +15, debió apretar los dientes para no caer en el atolladero. La amenaza inminente (99-90) no se concretó, Deck subía el 101 al marcador. Quinta victoria seguida, a la estela del