El Valencia sentencia la eliminatoria en Butarque
El Leganés mereció el empate en un buen segundo tiempo
El Valencia no necesitó aferrarse a su tradición de equipo bronco y copero para vencer al Leganés en el primer envite de estos dieciseisavos de final. Le bastó con lo segundo. Con el oficio. Con eso y con un buen arranque que dio paso a una mala versión tras el descanso. El espíritu de lucha pepinero y la desgana che casi le arruinan una bonita noche madrileña a los de Prandelli.
El comienzo fue bucólico. El Valencia reventó la narrativa. Montoya y Munir no necesitaron prólogo. Se las apañaron en dos minutos. El lateral puso un centro al área que el delantero remató al primer toque sin que Brignoli tratase de emular los gestos con los que los porteros paran los balones.
El puñetazo al Lega fue quirúrgico, pero insuficiente. Los locales rozaron el empate con Machís de protagonista. Primero la falló él. Luego se la cedió a Omar. Tampoco acertó. El regalo espabiló al contrario. Prandelli hizo sonar los clarines y un terremoto inclinó Butarque al costado diestro del ataque valencianista.
Por ahí abusó Montoya de Sergi Segura, canterano debutante. Tras una chilena al palo de Nani desde la frontal del área, un nuevo centro del exblaugrana en el 25’ acabó en gol. Lo cabeceó Medrán. Esta vez el golpe sí fue duro. Garitano mutó el dibujo a un 4-3-3 y Machís e Insua rozaron el 1-2. Mangala y Jaume disolvieron su esperanza de gol. Pero el gol llegó. Y no fue un gol. Fue un golazo.
Machís dio en el 58’ premio al ímpetu local tras el descanso con una obra maestra después de una gran jugada individual. Había esperanza para el Lega. Los pepineros acabaron volcados en el área contraria. Omar y Gabriel tuvieron el empate, pero el duelo acabó sin que los de Garitano lograran un resultado justo a una meritoria segunda mitad. Bakkali puso el 1-3 en el 91’ después de una indecisión entre Molina y Brignoli.
Omar y Gabriel Estuvieron a punto de empatar con 1-2
en el marcador