La pizarra de Víctor desafía al atrevido fútbol del Celta
Mandi es baja y vuelve Orellana
Admiración mutua y duelos de futbolista y entrenador los que revive este Betis-Celta, el cierto aire gallego, el del rico pasado deportivista de Víctor Sánchez del Amo, en la memoria. Sin meigas ya de por medio, el entrenador madrileño recibe a Eduardo Berizzo, al que se enfrentó en el césped y también en los banquillos y al que dice admirar profundamente. Durante 90 minutos, la buena relación personal de ambos quedará aparcada. No aclara Víctor que ese estilo amarrategui en el que volverá a insistir esta mañana de domingo (5-3-2) poco o nada tiene que ver con la perpetua alegría en la que, pase lo que pase, vive el equipo celeste desde hace muchos años, precisamente cuando Torrecilla (hoy director deportivo bético) decidió que los entrenadores serían tan meritorios como atrevidos: Eusebio, Luis Enrique, el Toto ....
O Víctor ha engañado a Torrecilla o está haciéndose el muerto en pos de los primeros y más bien buenos resultados verdiblancos. En casa, este nuevo Betis ha ganado en Liga y en Copa tirando de cierta solvencia defensiva y casi máxima eficacia en ataque: cinco tiros a puerta ante Las Palmas y Depor y tres goles. Hoy, su técnico prepara algún retoque sobre el once que perdió en Eibar con 10 casi todo el partido. Piccini está sancionado en la derecha y Durmisi, asistente el martes, podría entrar en la izquierda al tiempo que Mandi fue la sorprendente ausencia por motivos técnicos. El joven José Carlos podría ser titular.
Berizzo no especulará aunque se la juegue en Europa el jueves. Orellana vuelve, aunque esperará en el banquillo mientras Aspas lidera un ataque de enorme pegada.