Señores del Universo
Sufrimos como casi siempre (nos van las prórrogas) pero disfrutamos con otro final feliz. Estamos en la cima del Mundo. Y con ‘hat-trick’ de Cristiano. La eterna leyenda del Real Madrid continúa...
► Nadie tiene más. Campeones del Mundo. Sí. Otra vez. Como en 2014. Como en 2002. Como en 1998. Como en 1960. Primer equipo de la historia que gana cinco títulos intercontinentales (el Milán tiene 4 y el Barça
sólo tres...). No hay gloria sin sufrimiento, aunque esta vez Zidane rizó el rizo llevándonos a su tercera prórroga en su tercera conquista internacional. Pero que nos quiten lo bailao. A él y a los madridistas. La realidad nos muestra un equipo que cierra el año con majestuosidad. Campeón de la Champions, campeón de la Supercopa de Europa y campeón del Mundial de Clubes: La Trilogía de Zinedine, el ‘rescatador’. Pasará el tiempo y valoraremos en su justa medida la labor del marsellés. Con sus claroscuros, porque eso es inherente a la condición humana. A mí tampoco me gustó, por ejemplo, que cambiase a Lucas Vázquez, que estaba siendo el MVP del partido junto a Benzema (el francés, que hoy cumplirá 29 años, hizo de largo su mejor partido desde que llegó en 2009). Pero Zizou ha logrado en once meses tantos títulos como Mourinho en su trienio en el Bernabéu. Y los tres de los que dan prestigio más allá de nuestras fronteras. Y se añade un dato que ayer nos recordaba Míster Chip. Con 23 títulos internacionales, el Madrid supera los 22 del Barça y ya es amo y señor también en esa faceta. Y atrás quedan los registros de Beenhakker (35 partidos invicto) y de Capello
(25 seguidos oficiales sin perder en el arranque de curso). ZZ no se pone límites con un vestuario que se ha complotado en torno a su figura. Su sonrisa contagia a un equipo que siempre sale del atolladero...
► Gran Kashima. El famoso ‘Spirit of Zico’ se vio reflejado en Yokohama ante 68.742 alucinados testigos. Admirable su empeño, su fortaleza mental (alimentada en los templos sintoístas), su espíritu de sacrificio y su fe fanática en el objetivo. Ellos gritaron “¡Banzai!” Mientras que el Madrid se relamía complaciente con el 1-0 (gol de listo de Karim) creyendo que esto era pan comido. Los nipones jugaban en casa y el aliento de su ruidosa hinchada les hizo crecer y crecer hasta convertir el arroyo en una ola de cinco metros. Así llegaron los dos goles de Shibasaki, del que ayer ya nos advertía Maldini en su uno por uno: “Muy creativo y con gran golpeo de balón. Pese a sus lagunas en los partidos es de los pocos peligrosos del Kashima”. Y tanto que era peligroso. Aprovechó una noche irregular de Keylor para ajustarle dos tiros que confirman que el costarricense no es todavía el porterazo que demostró ser antes de su operación. Pero en el extra-time
ya fue todo rodado. Ahí apareció Cristiano, flamante Balón de Oro, brillando como nueve puro. Desmarque y gol supersónico en el 3-2 y cañonazo inmisericorde en el 4-2, acabando con la resistencia del valiente Sogahata,
que a sus 37 años puso un broche luminoso a su carrera.
► Felizidane. Ahora de vacaciones para refrescar las piernas y pensar en los nuevos retos de 2017. El triplete (Liga, Duodécima y Copa del Rey), así como alcanzar y superar el récord del Barça de Luis Enrique
de partidos invicto (39). Con tres encuentros más sin perder (la eliminatoria de octavos de Copa y el Madrid-Granada de Liga) se habría conseguido. No hay que bajar la guardia, como me dicen las peñas de Lleida y Corte de Peleas (Badajoz). Hay que aprender del susto sufrido, con final feliz, ante estos bravos samurais. Desde arriba estará orgulloso Prudencio Ángel Fernández. Fue un gran madridista.