Federer ya está en la final: hoy es el turno de Nadal
Triunfo épico del suizo en cinco sets ante su compatriota Wawrinka
Leyenda Con 35 años y 17º del ránking ATP, luchará por su 18º
grande
Roger Federer sobrevivió al agotamiento, a sus propios errores (50 no forzados) y a un gran Wawrinka. Jugará su 28ª final de un Grand Slam en busca de su 18º título.
Podría ser la que todo el mundo desea, siempre que Nadal gane hoy a Dimitrov.
Sufriendo, con nervios, agotamiento y muchos errores (50 no forzados), pero con un saber estar y una clase infinita, Roger Federer accedió ayer a la final del Abierto de Australia. Para lograrlo tuvo que derribar a su compatriota Stan Wawrinka en un partido épico, no por su duración (apenas 3 horas), sino por intensidad y calidad. El Genio de Basilea necesitó cinco sets (7-5, 6-3, 1-6, 4-6 y 6-3) para superar al número 4 del mundo, natural de Lausana, que le presionó hasta el límite y a punto estuvo de remontar el 2-0 con el que se había escapado inicialmente su rival, amigo y maestro. Así puso el 50% para la final soñada contra Rafa Nadal, quien para hacerla realidad tendrá que superar hoy a Grigori Dimitrov, apodado Baby Federer.
Desde el 17º puesto del ránking (es 14º virtualmente), El Reloj Suizo disputará su 28ª final de un Grand Slam (alarga su récord), en busca de extender también el mejor registro de títulos en grandes torneos de la Era Open (sería el 18º). Hace siete años que no pasaba de las semifinales en Melbourne (ante Tsonga en 2010) y había perdido cinco desde entonces. A sus 35 años, Federer es el más viejo en alcanzar una final de un major desde Ken Rosewall (39 años y 310 días en el US Open de 1974) e iguala a Novak Djokovic en lo alto de la tabla de presencias en el último partido de Australia (seis).
El primer set fue maravilloso. Dos jugadores rápidos, con ese revés a una mano tremendo, a cual mejor, no se dieron tregua. Federer se lo apuntó con un break y ganó el segundo más fácil. Todo apuntaba a un rápido triunfo de Roger ante un Wawrinka que pidió asistencia médica. Pero el veterano campeón se tomó un respiro cuando vio que la tercera manga se le puso cuesta arriba. Stanimal se creció y colocó el 2-2. Con molestias en la ingle, su paisano tiró de inteligencia y aprovechó una doble falta de Wawrinka para poner rumbo a la gloria. El Rey ha vuelto y espera a su enemigo íntimo Nadal (23-11 para el español), con permiso de Dimitrov.