Vallecas recibe a Michu en una final por la permanencia
El Oviedo, pletórico. El Rayo, agobiado
na temporada (2011-12) y quince goles le bastaron a Michu para ganarse un hueco en el corazón de los rayistas y para confirmar un talento que posteriormente le llevó al Swansea y le abrió las puertas de la Selección. Hoy regresa a Vallecas ---allí compartió vestuario con el actual técnico franjirrojo, Míchel--- y apunta al once de un Oviedo en plena forma, que se asienta en playoff y piensa en pescar en aguas revueltas.
La realidad que vive el Rayo es muy complicada. Un triunfo en los últimos doce partidos y seis goles en diez encuentros han precipitado el desplome del equipo vallecano, que actualmente tiene la salvación a cuatro puntos y está empatado a puntos con el colista Mirandés. Ya en el Carranza, Míchel detectó cierto bloqueo de sus jugadores: atenazados cuando las cosas se torcían. De ahí que el entrenador haya incidido tanto en lo psicológico como en lo deportivo estos días, consciente de que este duelo huele a final por la permanencia y quitándole presión a los delanteros ante esta acuciante falta de gol: Javi Guerra anota cada 380 minutos, Miku cada 406,5 y Manucho cada 460,3.
Varias han sido las novedades de Míchel en la convocatoria rayista: Galán, Zé, Rat (vuelve a una lista dos meses después) y Beltrán (ya cumplido su partido de suspensión). Cubrirán, entre otras, las bajas del lesionado Íñiguez y de Quini, sancionado.
Hierro, por su parte, tendrá que reconstruir el equipo por dos bajas sensibles: Christian Fernández, indiscutible en el lateral izquierdo, y Toché, referencia ofensiva. Si finalmente Michu juega con Linares arriba, supondría su regreso al once tres meses después de que se lesionara en La Romareda.