El Rayo rompe el gafe del gol y se aferra a la salvación
Ebert y Guerra firmaron el primer triunfo de Míchel
Vallecas se reconcilió con el gol y el Rayo recuperó el pulso en su lucha por la salvación, que ya se halla a un solo punto. No sale de puestos de descenso, pero rompe la dinámica de cinco jornadas sin ganar a costa de un Oviedo que naufragó después de seis choques invicto. Al fin, los franjirrojos sonríen.
El Rayo salió con los sables en alto, consciente de que se habían alineado los astros con las derrotas de todos los de abajo. Álex Moreno y Ebert pronto empezaron a picar al Oviedo: el uno con sus cabalgadas y centros, el otro con sus regates y disparos. Ambos cocinaron el 1-0. Johannesson derribó a Álex en el área y el alemán transformó el penalti, acabando así con los 323 minutos de sequía franjirroja.
Los locales paladeaban su dominio con la magia de Ebert, con Trashorras al timón y con Gazzaniga como cortafuegos, porque los asturianos querían subirse al partido a costa de las imprecisiones de unos vallecanos más nerviosos. El balón fue el remedio para reencontrarse y Guerra pudo sentenciar antes del descanso con un remate a las manos de Juan Carlos.
Más correosos salieron los carbayones tras la reanudación, pero el Rayo no se dejó enredar. Guerra cazó un rechace de Juan Carlos a un tiro de Embarba y marcó once jornadas después. Espantó fantasmas propios y ajenos. Esos mismos que habían impedido a los franjirrojos firmar dos tantos en un mismo duelo durante 105 días.
Aún había tiempo para los sustos, la tensión, los resoplidos... Carlitos y Pereira pusieron a la grada al borde del infarto en la recta final, pero ya lo vaticinó Míchel: llegó su primer triunfo, el punto de inflexión y se reavivó la llama de la esperanza.