Huevos con patatas y puro ‘pasando’ de la oposición
Mientras sus rivales impugnaban, Villar sacó pecho
Mientras un montón de directivos e interventores de traje y corbata, con cara de no haber dormido nada en la última noche, luchaban voto a voto a orillas de la Sala Villalonga en el recuento de las elecciones a la Asamblea, un hombre vestido de sport era el protagonista a sólo doscientos metros. En la cafetería de la Federación en Las Rozas. Villar abandonó su despacho a eso de las 13:00, una vez analizados los primeros datos que le reforzaban, para bajar al restaurante con un estrecho colaborador. Se le había abierto el apetito y, sobre todo, se le había encendido el buen humor. No confió nunca en el tirón de Jorge Pérez. Pero le faltaba confirmarlo. Allí se dio el capricho de comer huevos con patatas fritas, saludó y charló con todo aquel que se le cruzó y al terminar el humilde banquete pagó lo suyo y lo de su amigo, como en los días grandes, a la vez que pedía un puro para rematar la sobremesa. Sin duda, ya se veía vencedor mientras se reía con las noticias que le llegaban de enfados, impugnaciones y críticas de la candidatura opositora.
Villar estaba radiante. Ya no había ni rastro del cansancio de su regreso de Chile unas horas antes. Por eso no tenía prisa en poner fin a su charla con los camareros. Únicamente una sorpresa le detuvo. Una simpática chica venezolana, Daniela, se le acercó para pedirle una foto. El presidente estaba tan animado que no sólo accedió tras vacilarle. Además, entabló una conversación para preguntarle qué hacía allí y si había visitado ya el museo de la FEF. Tan sociable estaba que otra amiga de la fan, Yasmina, se sumó a la charla y al posado. Villar fue más socarrón con ella. Primero le dijo que de dónde era, y al saber que nació en Tudela se vino arriba: “Hay alguno en Navarra que no me ha votado. A esos diles que son gilip...”. Luego presumió de haber sido futbolista del Athletic (“ni habíais nacido”). Y para finalizar les pidió a las chicas que les presentara a todos sus compañeros del Máster de Nutrición en actividad física y deporte de la UCAM, que recibían clase en el mismo edificio, y que estaban alucinando con la amistosa escena. Tras diez minutos bromeando con todos se marchó sonriente a la espera del escrutinio final, mientras AS se hacía con la foto del día. La del ganador bajo la sombra de la impugnación.
A una fan “Diles a los que no me han votado en Navarra que son gilip...”