“La cantera tiene que ser parte esencial del Rayo”
Dio un paso al frente para salvar al equipo y ahora piensa en su próximo desafío: “Ser protagonistas y ascender”
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La fe mueve montañas, en su caso salvó al Rayo.
—El equipo funcionó porque había una buena base. Eso me dio confianza y seguridad. A partir de ahí había que trabajar y buscar la fórmula de que diese su máximo rendimiento.
—¿Y cuál fue esa fórmula?
—El compromiso de todos para afrontar una situación difícil, la unión para lograr el objetivo y la seguridad de que las cosas saldrían bien.
—¿En qué se diferencia el estilo Míchel del de Paco?
—La idea principal de ambos es la de ser un equipo dominador, ambicioso, ir a cualquier campo a tener posesión y buscar portería contraria. Quizá la diferencia radica en la forma de transmitir conceptos porque tenemos personalidades distintas. Nosotros defensivamente cambiamos algunas cosas respecto a Paco.
—Muchos pensaban que esa filosofía en Segunda era arriesgada...
—Jugar bien no es ir al ataque y suicidarte. Hay equipos que han buscado lo mismo que nosotros y les ha salido bien. ¡Mira el Girona! Ascendió con ese planteamiento.
—No elude la palabra ascenso, ¿cómo se gestiona en un vestuario?
—Fijándote objetivos más a corto plazo, pero sí hay que tener en cuenta que debemos ser protagonistas y buscar el ascenso. Si dijéramos en Primera: ‘Nuestro objetivo es ganar la Liga, pero vamos a ir paso a paso’, estaríamos fuera de la realidad. En Segunda, no. Eso sí, hay que tener tranquilidad porque son 42 jornadas.
—Para ascender se necesita una plantilla competitiva.
—Se trata de tener los mejores jugadores posibles: 20 ó 22, no 25 por rellenar. Ya luego me tocará a mí gestionar los minutos. La columna vertebral (portero, central, medio y delantero) es clave. Necesitamos piezas polivalentes, enriquece la plantilla y te da variantes tácticas.
—Ahora la prioridad son las renovaciones.
—Se está hablando con jugadores que han demostrado compromiso, una actitud buenísima en el día a día y que son hombres de equipo. Me gustaría que continuaran.
—Como Gazzaniga.
—Lo que más me enorgullece es su compromiso. Engancha mucho, suma siempre, llegó de nuevas y ha tenido un peso importante en el vestuario. Eso dice mucho de él. Además del talento que tiene. Ha demostrado que involucrarse en un proyecto no es sólo cuestión de tiempo.
—Siempre recalca la palabra compromiso.
—Es fundamental que un jugador sepa dónde está y qué tiene que dar. Hay momentos en los que se juega, otros que no, pero siempre debes tener un respeto por la profesión. Tenemos que intentar que la afición se sienta representada y orgullosa. La hinchada sabe reconocer el esfuerzo y la dedicación, es lo mínimo que podemos devolverle.
—Akieme será jugador del primer equipo, ¿cuál será la situación de Montiel y Clavería?
—Montiel hará la pretemporada con nosotros, tiene contrato y confiamos en él. No tengo ninguna duda de su calidad y en un futuro próximo será profesional. Clavería acaba, pero el club le ha hecho una propuesta de renovación y está cerca de continuar. Haría la pretemporada. Tienen las puertas abiertas y ellos deben asumir el reto de quedarse.
—¿Y la cantera?
—Debe ser parte esencial del equipo, como lo fueron Cota, Amaya, Coke, Cobeño... Hay sitio para los chicos porque tienen calidad.
—Otro símbolo del rayismo, Cembranos, dirigirá al filial.
—Es importante tenerle en el club porque es un entrenador con mucho que darnos. Los chavales van a tratar con una persona que ha vivido el Rayo y que entiende el fútbol como nosotros queremos. Es un acierto.
—De aquel EuroRayo salió una gran hornada de técnicos…
—Lopetegui ya apuntaba maneras, pero en mi caso no tenía intención ni era uno de mis sueños. Ha sido un proceso.
—Las circunstancias le obligaron a dar el salto.
—Es un reto que nunca hubiera asumido si no me lo hubieran ofrecido, había que dar solución a un problema. Todo ha ido demasiado rápido. Suplí mi inexperiencia como técnico con ganas, ilusión y motivación.
—¿Cuál ha sido el mejor consejo que le han dado?
—Mi mujer me dijo que fuera yo mismo, que yendo de cara no tendría problemas con nadie. No es fácil tomar decisiones que afecten a gente con la que has convivido.
—¿Y qué le decían sus hijos?
—Tenían miedo. Me veían bien en la cantera, sin tantos focos. Como ha salido todo bien están contentos.
—Ha sido un año duro para la afición...
—Desde el principio no se tuvo la sensación de que las cosas fueran bien. Y cuando llegué quería cambiar ese ambiente. No me gustaba la atmósfera en torno al Rayo. Necesitamos que el equipo crea en lo que hace y que el entorno crea que las cosas se están haciendo bien, que el proyecto es serio…
—¿Cuándo llegó era el vestuario un polvorín?
—No ha habido ningún problema. Me encontré un vestuario comprometido y solidario: ayudándose entre ellos y a nosotros. Les pedí tranquilidad, hablar de fútbol y les dije que tenían más talento del que estaban demostrando. Había calidad para haber hecho un año mejor.
—El 11 de julio regresan al trabajo, ¿cómo será la pretemporada?
—La primera semana será en la Ciudad Deportiva y luego viajaremos otra, estamos mirando distintas opciones en España. Queremos que haya dos partidos cada semana.
Un reto cumplido “Todo ha ido muy rápido. Suplí mi inexperiencia con ganas e ilusión”