El Fernando Torres pasa a tener 7.500 espectadores
La grada supletoria aumenta el aforo habitual de 4.700
El Fernando Torres se transformará para el Fuenlabrada-Real Madrid. Nada radical. Apenas un lifting. Inaugurado en 2011, este recinto es uno de los más modernos de su categoría. Aún así, mañana experimentará cambios. El más evidente afectará a su aforo. El recinto pasará de 4.700 butacas a unas 7.500. Este incremento en la capacidad podría provocar retrasos en los accesos. Sólo hay seis puertas que se abrirán hora y media antes del choque. A buen ritmo, deberían entrar 14 aficionados por minuto y puerta para que todos estuvieran acomodados cuando Iglesias Villanueva decrete el inicio de la eliminatoria. Complicado. De ahí que el club recomiende que los espectadores acudan con tiempo.
La zona de prensa también sufrirá cambios. Dos de sus siete cabinas (habitualmente consignadas a las radios) tendrán que readaptarse para las cámaras de televisión. Además, se destinarán 70 asientos de Tribuna para redactores. Hay unos 100 profesionales acreditados entre cámaras, fotógrafos, periodistas, técnicos… Diez veces más de los que acuden a cubrir los encuentros de Segunda B. En estos choques la zona mixta se ubica en la confluencia de ambos vestuarios.
Esta vez los medios tendrán que esperar a los protagonistas fuera, a pie de césped, donde se ha improvisado un área especial para entrevistas.
La hierba es otro de los asuntos que más se ha mimado. Los chicos de Calderón no se han entrenado ni un solo día de esta semana sobre ella para que Zidane no se pueda quejar de la mantelería azulona. El francés ocupará el mismo banquillo en el que se sentó hace tres años, cuando visitó el Torres con el Castilla. La intención del Fuenlabrada era reemplazar la banqueta de ambas escuadras, pero el nuevo mobiliario no ha llegado a tiempo. Tampoco el nuevo vídeo marcador. Se usará el analógico de siempre.
Puertas Sólo hay seis y esto podría provocar retrasos para entrar
El césped El ‘Fuenla’ lo ha mimado para que el Madrid no tenga queja de él