Un empate permite pasar a un Athletic bajo sospecha
La victoria ante el Zorya da opciones de liderato
EI empate ante el Madrid el sábado decretó una tregua en Bilbao durante cinco días. En este tiempo la esperanza ha vuelto a hacer campaña en un curso decepcionante. Hasta hoy, cuando el Athletic se juega su continuidad en la Europa League en una última jornada de la fase de grupos en Ucrania, en Lviv, donde ya ganó el equipo en el formato Champions ante el Shakhtar hace tres años (0-1). Otro batacazo como el de hace una semana en Copa ante el Formentera sería indigesto. En esta ocasión al equipo bilbaíno le vale el empate ante un Zorya Luhansk que necesita ganar para alcanzar los dieciseisavos. El Östersund mira de reojo desde Berlín, ya que está clasificado y aspira al liderato.
El conjunto rojiblanco también anhela ese primer puesto en el Grupo J: lo logra si gana hoy y el equipo sueco no lo hace ante el Hertha. El Zorya parecía la perita en dulce y ha sido uno de los desencadenantes del crudo relato que está escribiendo el Athletic esta temporada, ya que el conjunto ucraniano le dio uno de los grandes zarpazos en lo que va de temporada, el primero en Europa. Fue el 0-1 de la primera vuelta en San Mamés.
Afición y equipo cayeron en el desánimo absoluto a partir de aquel destrozo. El buen nivel alcanzado ante el Madrid invita a sospechar que Cuco repetirá el bloque, con la inclusión habitual de Herrerín bajo palos, el regreso de Laporte tras la sanción liguera y la alineación en medio de San José por el tocado Iturraspe. De Marcos, que cuenta por lesiones sus tres partidos en Liga, ya está recuperado del golpe en el dedo de un pie.