Bacca llegó tarde a una nueva lección de Aspas
El doblete del colombiano puso emoción tras sufrir un 0-3
Iago Aspas es tan bueno que no le hace falta marcar para ser completamente decisivo. Jamás le ha hecho un gol al Villarreal en Primera, espinita que comparte con la del Getafe, y sin embargo es el gran culpable de que a estas horas la afición del Submarino esté enfadada y que Calleja siga en el alambre. La inteligencia del internacional, su pausa, su cambio de ritmo y esa visión de juego privilegiada catapultó al equipo de Cardoso hacia una victoria tan merecida como agónica. Fue clave para descoordinar la presión amarilla, para sacar de su sitio a los centrales y para atraer a los contrarios y favorecer la vida a sus compañeros. El Celta aprovechó que el Villarreal se quedó seco tras hacer ocho tantos en Copa y, a base de un control total de la zona de creación y de un dinamismo en el que brillan sus mediapuntas, deprimió a Asenjo. Brais (un ex), Okay y Maxi Gómez fueron los goleadores.
El Celta pareció mucho más cómodo que el Villarreal desde el inicio. El Submarino no dio señales de peligro hasta la media hora. Pese a que Cazorla, un tres en uno, se multiplicó. Chukwueze no estaba tan lúcido como de costumbre y Trigueros sigue sin estar fino. El partido caminaba en igualdad hacia el descanso, pero Aspas puso un balón en la frontal y Brais soltó una rosca pegada al palo. El 0-1 acentuó el runrún, ya habitual, de la grada y dejó al Villarreal tiritando.
Calleja dio un golpe en la mesa sacando a Ekambi. Sin embargo, el panorama no sólo no cambió para el Villarreal, sino que empeoró. Okay (49’), de cabeza, y Maxi Gómez (51’), con un tiro cruzado, parecían sentenciar. Ahí ya se desató la bronca. Hasta que Bacca agitó el partido con dos goles a última hora. Sólo sirvieron para dar emoción, ya que Gerard (al palo en el 92’) está gafado. Puede que la importancia real del doblete del colombiano fuera lanzar un claro mensaje a Calleja: igual la solución pasa por agitar la coctelera y que algún peso pesado haga examen de conciencia.
Gran Celta Mató al Villarreal en el 44’, lo bordó y después se
durmió