La familia Ingebrigtsen domina el cross europeo
Filip ganó la carrera absoluta y Jakob, la Sub-20
L a familia Ingebrigtsen domina el atletismo europeo en 1.500, 5.000… y campo a través. Los escandinavos, protagonistas de un reality sobre su vida en Noruega, dieron una exhibición en el embarrado circuito de Tilburg. Primero fue lo previsible, Jakob ganó el tercer título Sub-20 seguido, Y luego la sorpresa. Filip, el menos fondista de la saga en principio, se llevó el título absoluto desmontando a turcos de origen keniano, a Mechaal, al belga Kimeli, a Crippa… a todos.
“Esta no es mi distancia. Salí a hacer una carrera decente y los rivales fueron cayendo”, dijo Filip, con una marca de 3:30 en 1.500. El barro no pudo con su correr elegante, propicio para el tartán. Sonó el disparo y Mechaal comenzó en cabeza, tensando. Los turcos pusieron el asunto más duro, con Kaya y Kigen que dejaron la carrera en un cuarteto en el que quedaban Kimeli y... sorpresa, Filip. Mechaal ya estaba fuera de combate e Ingebrigtsen, pese al paso de los kilómetros, seguía fácil. Si llegaba a la última recta con sus rivales estaría hecho. En el tramo final, de arena transformada en barro, sentenció a Kimeli. Se besó los bíceps. Es el Cyborg de la familia. Mechaal entró octavo y España, cuarta por equipos (Abadía, 14º y Mateo, 16º). Ganó Turquía.
Al terminar, los micrófonos de la TV2 de Noruega hablaron con el protagonista. “Había corrido un par de veces este evento en Sub-23 y Sub-20 y nunca había quedado mejor que en el top-20. Nunca soñé ganar una prueba de este nivel”, contaba Filip, “feliz por dar el segundo oro a la familia”: “Somos de la costa oeste de Noruega siempre hace viento y llueve”.
El capítulo del Team Ingebrigtsen que filmaron ayer será especial, porque tres horas antes de la victoria de Filip, Jakob, de 18 años, se pegó un espaldarazo contra el suelo embarrado en la meta. Era el gesto que hacía para celebrar su victoria en Sub-20. Es una incógnita que hubiera sucedido en la absoluta, Jakob ya fue campeón europeo absoluto de 1.500 y 5.000.
“Dos medallas para la familia es algo fantástico, sólo Henrik (el tercer hermano) tuvo un mal día”, decía Gjert, el padre y entrenador, que avisó: “En el Europeo de pista cubierta vamos a por todas las medallas (en 1.500 y 3.000”. “No le haga caso”, replicaba Filip. O igual sí habría que hacérselo. ■ Los Europeos de cross acabaron con un sabor muy dulce para España, porque hubo un oro en el relevo mixto, que ganaron Saúl Ordóñez, Esther Guerrero, Víctor Ruiz y Solange Pereira. Un equipo que genera buen feeling y explosivo. Comenzó en el barro, con su correr alegre, Ordóñez. Hizo una buena posta (con encontronazo con el británico incluido) y entregó segundo, justo detrás de los franceses. Un buen trabajo (en 3:15) para entregar la pulsera a Esther Guerrero.
La de Bañolas, reconvertida del 800 al 1.500, alcanzó a la francesa Lamote, que le sacaba una distancia sideral. Dio la pulsera a Víctor Ruiz, que hizo una salida casi simultánea a Mekhissi Benabbad, el laureado atleta de Francia. El valenciano no se achantó e incluso le atacó. Finalmente hubo igualdad y Mekhissi le sacó décimas. Todo quedaba en manos de Pereira, que fulminó a Johanna Geyer-Carles. “No me lo creo ¡Somos campeones de Europa!”, gritaba Solange.
Fue la cuarta medalla de España en los Europeos, que sacó la plata Sub-20 de Oumaiz y dos colectivas en Sub23. Las chicas fueron plata gracias a la puntuación de Celia Antón, quinta en un gran papel, Carmela Cardama, octava y Marta García, duodécima. Los chicos fueron bronce, con Tariku Novales (sexto), Adri Ben (décimo) y Amin Houkhmi (26º). En mujeres absolutas, destacó Trihas Gebre, undécima en una carrera ganada por la turca Can. Allí España fue sexta por equipos.
Sub-23
El equipo femenino fue plata y el masculino,
bronce