España, obligada a crecer en la fase dos de la gira
Scariolo pide un paso más a la que será la segunda unidad
La Selección española de baloncesto llega a Los Ángeles, una de sus tierras prometidas, obligada a crecer en la fase dos de su preparación para el Mundial. Con dos piezas menos, Joan Sastre y Pablo Aguilar, 14 jugadores se plantan desde hoy en Marina del Rey para preparar el partido que le medirá a Estados Unidos en la madrugada del viernes al sábado en España.
Scariolo, exigente con su equipo en las comparecencias públicas, está convencido de que la segunda unidad necesita subir un escalón el nivel. Por eso mantiene la tensión entre los jugadores que no tienen su plaza asegurada. En principio, un descarte saldrá de entre Jaime y Rabaseda y el otro, de entre Beirán y Diop. Pero nada está dicho. Colom, de hecho,
no tiene asegurado en este momento estar en el Mundial.
Hay más preocupaciones en Scariolo, que necesita recuperar el mejor nivel de Llull y el capitán, Rudy Fernández. El de Mahón no ha jugado en los dos partidos de Málaga, pero las molestias físicas son leves y no alarmantes. Más que salud física, lo que necesita Llull es alegría en el juego. Es básico para España, que está falta de desborde en la línea exterior. Con Rudy hay más tranquilidad. Conoce sus momentos y en la FEB confían en que llegue perfecto.
También hay buenas noticias. Ricky está en un momento dulcísimo. Siempre, incluso en peores momentos, fue el base titular de Scariolo. Este año le toca más protagonismo por motivos obvios y está dispuesto a responder. Ribas, Claver y Oriola también aparecen como un valor seguro para dar cierta estabilidad.
Hermanos. Y aparecen finalmente los que deben ser los elementos disruptores de la Selección si España quiere hacer algo grande. Como lo fueron el Chacho y Rudy en 2006. Si los Hernangómez, Juancho y Willy (en palabras del seleccionador este último no jugará nunca con Gasol en el mismo quinteto) mantienen conectado el clic con el que han empezado, sí puede pensarse en un equipo realmente competitivo. La Selección de momento va despacio, pero sabe que no va a cualquier sitio. Primero a Estados Unidos y luego a China, donde aparecen rivales temibles como Serbia en la hoja de ruta.