Reyes corona al Madrid
El delantero remonta al Sevilla con un póquer de goles
EI Madrid vuelve a reinar en el fútbol formativo. El hijo de Reyes lideró a un Madrid que fue de menos a más en Laliga Promises y que en la final se destapó como un delantero de futuro al marcar cuatro goles y lograr una épica remontada ante el Sevilla, que se presentó como un torbellino en el partido.
Los hispalenses salieron en plan mandones desde el momento en que echó a rodar el balón. Tenían claro el plan: balones al área. Allí estaba Dani Herrera, el nueve. Un jugador alto y físico que se presentó a la defensa blanca en los primeros minutos con un disparo que supuso el 0-1. Un jarro de agua fría para el Madrid, que cuando trataba de reponerse veía como otra vez Dani mandaba el balón al fondo de la red. Pero no valía, estaba adelantado y el linier levantó el banderín. Una segunda oportunidad que no aprovechó, más bien porque no pudo. El infantil B del Sevilla cerró atrás y no concedió ni una. Ante cualquier aproximación despejaban. De zambombazo en zambombazo intentaba el Sevilla batir a Álvaro para hacer el 0-2. Lo consiguió Maza, pero otra vez el linier lo anuló. No habría más banderines y Dani anotaría el segundo.
El desgaste físico del primer cuarto de hora se notó en los jugadores sevillistas y coincidió con el despertar blanco. El Madrid empezó a hacer lo que sabía. Los bajitos (Carlos, Paulo Iago, De Almeida) tocaban y buscaban a Reyes, protagonista de la final. Y el Madrid tiró de épica. El primero gol llegó en un córner botado en el que el delantero blanco metió lo justo el pie para batir al portero.
El resto llegarían en la segunda parte. Si el Sevilla arrancó el partido como un torbellino, los blancos fueron un huracán en el segundo tiempo. Reyes quería la corona del torneo y prosiguió con su festival goleador. Anotó desde el punto penalti y posteriormente con una magistral falta. Como el hat-trick le parecía poco, anotó un cuarto. Tres goles en ocho minutos. Espectacular.
El Sevilla trató de despertar. Poco a poco fue avanzando líneas y Emilio, tras dos intentos, recortó distancias y, con la posibilidad de forzar la prórroga, resurgió el bombardeo. Pero el Madrid no lo permitió. Pascual hizo el quinto para mantener al Real Madrid en el trono del fútbol formativo en el torneo en que descubrimos a Reyes.