Villalba amarga el debut de Oltra en el minuto 89
Sadiq, expulsado en el 54’ por doble amarilla
Distinto técnico, mejor fútbol, pero misma mala suerte. Así se podría resumir el empate entre un Fuenlabrada, que fue mejor, ante el Almería, que puntúa hasta cuando más sufre.
Ya desde el primer minuto, avisó el Fuenlabrada de que su imagen sería otra, con mucha más mordiente en ataque. Nteka, Feuillassier y Pulido rozaron el gol. Makaridze, portero visitante, inmenso en cada uno de los acercamientos fuenlabreños.
Sin embargo, el Almería no quiso ser mero espectador del debut de Oltra en el banquillo fuenlabreño y, a través del triunvirato Samu-Balliu-Corpas, hicieron suya la banda derecha. Posesión sin peligro ya que Sadiq, al igual que el resto de titulares indálicos, pasaron desapercibidos en el primer tiempo.
Primer acto que acabó con la enésima parada de mérito de Makaridze y una fea trifulca entre Feuillassier y Samu por una dura entrada de este último cuando ya enfilaban el túnel de vestuarios.
El equipo local siguió enrabietado tras su paso por el descanso. Feuillassier, con mucho que demostrar, e Ibán, que se marchó lesionado y con evidentes gestos de dolor, pusieron en jaque a Makaridze con dos buenos tiros desde larga distancia. Sucede que Umar Sadiq se convirtió en el protagonista del duelo en el 53’. El espigado nueve veía su segunda amarilla en una jugada que no merecía semejante condena.
Con todo, le costó al Fuenlabrada hacerse a la superioridad numérica y no fue hasta el 83’ cuando sacó ‘ventaja’ de ello. Nteka, el mejor de los suyos, se fabricó un gol de bandera: control con el pecho en la frontal del área, recorte a Ivanildo y buena definición ante el muro georgiano, Makaridze. El buen juego de los locales, por fin, tenía premio.
Alegría fugaz la suya, pues Villalba, en el 89’, cazaba un balón muerto en el balcón del área ante la atónita mirada de la defensa kirika y ponía la igualada. Mejora ostensible de este Fuenla de Oltra, pero mismos problemas para sumar de tres en tres, de momento.