La imperfección soñadora de España
La Selección prosigue su camino con lo bueno y malo que tiene
La tibieza. De no ser por la roja de Freuler no sabemos qué hubiera sido de España. Entre notas de conformismo, se vio al límite al excederse en intentar tener un control que no gozó del todo y olvidarse de atacar más y mejor ante una Suiza brillante en lo táctico. Sostenida por Sommer, Elvedi y Akanji, la baja de Xhaka la resolvió Petkovic con Zakaria y un cambio de sistema para responder a España. Suiza se situó en 1-4-5-1 para hacer vigilancias individuales a cada par.
Otro decorado. Shaqiri y Seferovic se dividían para quedarse uno con Busquets, pero el mediocentro supo recibir por detrás suyo. España gestionó el juego de posición sin filo. La superioridad numérica le debió hacer ahorrarse los penaltis tras una buena prórroga. Busquets y Pedri hilaron el juego, Alba llegó, Olmo se mostró y Llorente tomó la línea de fondo y el área. Sin gol. No importó porque estaba Unai Simón. Es una selección imperfecta, pero viva esta imperfección.