Garuba huele a Juegos
El ala-pívot, Abalde y Brizuela resuelven el primer amistoso de España tras romper a Irán en el tercer cuarto
España arrancó sin hacer mucho ruido el motor de la Operación Saitama, pero cuando fue a por Irán en el tercer cuarto la aplastó (28-10) y despachó con buenas sensaciones su primer amistoso rumbo a los Juegos (88-61). Como podía suponerse, fue un partido de dos velocidades. Los clásicos, Pau incluido en su regreso a la Selección cuatro años después, jugaron al ralentí, como exige la altura de la preparación en la que estamos. Los meritorios que no tienen una plaza fija en los Juegos, sin embargo, pegaron un pisotón. Tienen piernas y ganas de comerse el mundo. Garuba tuvo un feliz debut con la Selección. Le secundaron Abalde y Brizuela, anotadores compulsivos. El España-Irán también dejó el debut de Sergi Martínez, un aprendiz de Claver que también ha dado motivos para la esperanza este año en el Barça.
Intencionado o no, Sergio Scariolo tuvo un gesto de respeto con los campeones del mundo de 2019. El cinco inicial estuvo formado por Ricky, Rudy, Juancho, Claver y Marc Gasol, el que con los aditivos de Llull, Willy y Oriola, se hizo leyenda en el Wukesong. La pandemia había impedido que los campeones volvieran a reunirse desde aquella celebración en la planta primera del hotel Shangri-La de Pekín, así que era una buena manera de arrancar el motor en el kilómetro cer de la preparación. Como no podía ser de otra manera, Scariolo, que tiene un ejército de 18 jugadores, utilizó los dos primeros cuartos contra Irán para ir dando forma a la Selección que quiere. Probó parejas y quintetos, de manera que el amistoso se convirtió en un interesante acertijo, por más que el ritmo fuese el de un entrenamiento.
El maestro de Brescia experimentó con Pau y Willy a la vez; alternó a Pau y Marc en el puesto de cinco con cuatros como Juancho, Claver y Garuba... Por fuera los roles también parecen claros. Ricky volverá a ser el timón de la Selección, tal vez con menos responsabilidad anotadora por el regreso del Chacho y también por la feliz vuelta de Abrines, que dará relevos de calidad a Rudy.
Y sobre el minuto ocho compareció Garuba, que hizo su debut con España. Es un jugador sin filtro, de esos que se deja hasta la última gota de oxígeno que le queda en cada momento. Corrió, saltó, metió mates, los falló... Pareció sobrado y extenuado a a vez. Tremendo. Garuba crea empatía con la gente. Jugadores con sus piernas serán necesarios en Tokio para compensar las complejas recuperaciones de los más veteranos. Garuba, además, generó un efecto contagio en el resto de meritorios.
Porque mientras la España titular, consciente de que su momento llegará dentro de unas semanas, se marchó al descanso 37-36 con siete puntitos de Pau, quienes abrieron brecha fueron los Garuba, Brizuela, Abalde, Oriola o López-Arostegui. Fue su manera de decir que, aunque los galones están claros, aquí no se va a regalar nada.