El Madrid pesca en el Barça
El Real Madrid anunció ayer oficialmente el fichaje de Thomas Heurtel para la próxima temporada 2021-22. Una noticia conocida. La existencia de un preacuerdo era un secreto a voces desde que el jugador fuera apartado del Barcelona en diciembre, y abandonado en Estambul tras un partido de Euroliga, precisamente por sus contactos con el equipo blanco. A Pablo
Laso siempre le había gustado Heurtel, y viceversa. Tan sólo una lesión muscular que trascendió en las últimas fechas, y que puso en duda su presencia en los Juegos, generó alguna incertidumbre sobre su aterrizaje en la capital, pero pasó el reconocimiento médico sin problema. El francés es una pieza más en la reconstrucción del Madrid, después de acabar la campaña sin ganar ni la Liga, ni la Copa, ni la Euroliga, un hecho inédito en la era Laso. Heurtel y Nigel Williams-Goss cubrirán las vacantes del Facu Campazzo, que abandonó la nave rumbo a la NBA, y de Nico Laprovittola, que no seguirá en el club. El puesto de base está resuelto. También el de pívot con Vincent Poirier para dar respiro a Edy Tavares.
La renovación madridista continúa con el ala-pívot Guerscho Yabusele y con el polivalente alero Adam Hanga, otro fichaje procedente de los descartes de Jasikevicius, que taparán los huecos de
Gaby Deck, Alex Tyus y la posible marcha de Usman Garuba, que proyecta a una buena elección en el draft. En este momento faltaría completar la plantilla con un alero tirador, a la espera de que el eterno
Jaycee Carroll siga otro año o llegue una nueva contratación. La recomposición era inevitable en el Madrid, tras un curso aciago en el que sufrió el castigo de las lesiones, del reclamo goloso de la NBA y del envejecimiento del grupo. Sólo salta una incógnita en este sentido, porque dos de sus fichajes, justamente los que vienen del Barça, tienen ya 32 años. Experiencia, eso sí, no les falta.