“Si Pau está tranquilo, todo está tranquilo”
La Selección masculina aterrizó ayer en Tokio
Si Pau está tranquilo, todo está tranquilo”, dice una voz muy autorizada de la FEB para resumir cómo vive el vestuario de la Selección de baloncesto esta aventura olímpica que, después de saltar de Madrid a Las Vegas pasando por Valencia, Málaga y París, completó el recorrido con un vuelo Dallas-Tokio que transportó a los jugadores a la capital mundial del olimpismo en el evento posiblemente más extraño que ha tenido lugar en la historia del deporte.
La Selección llega bien, pero obviamente con desgaste. En Nevada se ha hablado muy poco de baloncesto y mucho del descarte de Bradley Beal con EE UU, el roce con Zach LaVine en el amistoso celebrado en el Michelob Ultra Arena, la libertad desatada de la población de Las Vegas, abierta al 100% como en tiempos prepandemia.
La presencia o no de Juancho en la lista final ha sido lo más cercano a hablar de baloncesto, aunque es cierto que la Selección pudo hacer dos buenos entrenamientos, uno en el COX Pavilion y otro en el Michelob, en los que Scariolo trabajó aspectos tácticos que todavía no ha enseñado en los amistosos.
La preocupación de los jugadores era subirse al avión rumbo a Tokio, sanos y negativos en los test COVID. Y mentalizarse de que esperan unos Juegos duros, con una vida distinta en la Villa, llena de restricciones. Pero el primero que está mentalizado para eso es el mismo Gasol, que ni esperaba poder estar en el desfile inaugural por las restricciones y cree que sí podrá hacerlo. Y si Pau está tranquilo, el resto también.
Incluido Juancho, que viajó a Las Vegas a por el milagro y lo consiguió. Las exploraciones de los médicos de la Selección coincidieron con las de la enviada especial de los Wolves: la luxación acromioclavicular no era tan grave como detectaron los primeros análisis el 8 de julio. Pero el primero que no se conforma con sólo estar en la lista es el propio Juancho. El día después de saber que iría a los Juegos, se presentó a las 7:59 de la mañana, con puntualidad británica, para ponerse en manos de Enrique Salinas, preparador físico de la Selección, y empezar a trabajar en el hombro izquierdo, que recibirá una o dos sesiones específicas diarias.
Trabajo Juancho hará una o dos sesiones diarias en el hombro