AS (Baleares)

Barça en la UCI

El equipo catalán acaba colgando balones con Luuk de Jong y Piqué en punta ● Balde, otro lesionado

- REMATES REPORTAJE GRÁFICO RODOLFO MOLINA, J. BASCU Y G. LEIZA

Acambiaba el sistema para jugar un 4-2-3-1 con el que empezó a acogotar al Granada.

El equipo nazarí resistía las acometidas que lideraban Dest y Memphis, únicos argumentos ofensivos de un equipo, aparte del poderío aéreo de Araujo.

Antes de que se cumpliera la hora de partido, Gavi entró por Coutinho, despedido con división de opiniones. El canterano aportó garra, pero las ocasiones seguían llegando a base de balones parados, saques de esquina y faltas que nunca encontraba­n su objetivo. Los nervios se apoderaban más del Camp Nou y a falta de un cuarto de hora Koeman se jugó el órdago dando entrada a Riqui por un desastroso Busquets y a Piqué, que cuando salió nadie sabía si lo hacía para rematar o para defender. Era para rematar, el catalán

Aunque la semana incluye tres partidos, la suplencia de Gerard Piqué sorprendió en el entorno del Barça. Ese hecho posibilitó que la defensa del Barça tuviese una media inferior a los 20 años. Araujo tiene 22 años; Dest y Eric García acaban de llegar a los 20 y Balde aún tiene 17. se sumaba de segundo delantero centro con Luuk de Jong para tratar de cazar alguna.

La tuvo Luuk a la salida de un saque de esquina, pero absolutame­nte solo falló a dos metros de la portería. A diez minutos del final el Barça llegó a jugar con tres delanteros centro (Piqué, Luuk y Araujo) en busca de un milagro aéreo. Sólo faltó sacar a Umtiti. Y de tanto ir el cántaro a la fuente, Ronald Araujo, a centro de Gavi, marcó el empate. Era el premio a un jugador que representa probableme­nte todo lo contrario de la cultura del Barça y del cuquismo futbolísti­co, pero que lucha hasta el último segundo de partido. Un jugador que sacó a Koeman de la UCI.

El partido de anoche fue interpreta­do por el Barcelona con una mediocrida­d de la que se benefició el Granada, que sólo hizo ese rasguño moral que tuvo a Koeman con el sudor frío a flor de piel. No fue una derrota porque Araujo acertó en su enésimo intento, pero el diseño del partido parecía hecho para sufrir. El corazón del Barça estuvo al borde del infarto, y el empate es algo así como una consolidac­ión que deja pendiente casi todo menos una cosa: el Barça le saca brillo a su mediocrida­d, triste figura de sí mismo.

Una última palabra de homenaje a Manolete Esteban, que deja por razones de salud los tableros (AS, la SER) en los que enseñó a leer o a escuchar el fútbol. La sensatez pura. Te echo de menos, maestro, me conformaré con recordar cada día tu nobleza.

 ??  ??

Newspapers in Spanish

Newspapers from Spain