El año de las ‘palancas’
Si Arquímedes dijo aquello de “dadme un punto de apoyo y moveré el mundo”, Laporta explicará esta tarde a partir de las 18:30 horas en una asamblea decisiva que sin las palancas económicas que propondrá a los socios el Barça no va a poder moverse durante un tiempo muy largo. El Barça es un mastodonte y ya se sabe qué pasa cuando una entidad de este tipo no avanza. Se hunde.
La situación económica del club blaugrana es límite y por eso la junta de Joan Laporta no ve otra solución que vender activos. Desde la presidencia del club se ha denominado coloquialmente a esta venta de activos “activar palancas”. Fundamentalmente son dos, que por estatutos deben de contar con la aprobación de la asamblea de compromisarios del club. Nadie duda de que los socios darán luz verde a la activación de dos medidas drásticas que suponen vender las joyas de la abuela en momentos complicados.
La primera decisión o palanca es la de que los socios autoricen a la junta a vender el 49 por ciento de la empresa Barcelona Licensing and Merchandising (BLM), que es la división del club que se encarga de la comercialización de todos los productos que tienen el escudo y los colores de la entidad. Desde imanes de nevera a camisetas pasando por juguetes o llaveros. La opacidad, o si prefieren la confidencialidad, de los contratos como pasó con la votación para permitir el patrocinio de Spotify también estará presente en esta votación. No se sabe en cuánto está valorado ese 49% (se habla de 280 millones) ni a quién se lo van a vender (parece que una join venture con Fanatics e Investindustrial, una marca muy reconocida en este sector y principal aspirante) ni por cuanto tiempo ni si habrá una cláusula de recompra para tiempos más venturosos.
La segunda palanca es igual de misteriosa, pero tiene un agravante que retrata el drama económico del club. En la asamblea se solicitará al socio permiso para poder vender hasta el 25% de los ingresos de los futuros derechos de televisión del club. Tampoco se sabe por cuánto dinero, por cuánto tiempo ni a quién. Pero no deja de ser sorprendente que hace siete meses esta misma junta considerara que el acuerdo que proponía el fondo CVC patrocinado por Javier Tebas (LaLiga Impulso) fuera considerado un mal negocio porque comprometía el 10% de los ingresos televisivos y ahora se proponga la venta del 25% a otro fondo de inversión, probablemente, Lehman Brothers.
Laporta afronta la asamblea más importante de sus quince meses de mandato con cierta tranquilidad. En las dos ocasiones anteriores en las que solicitó permiso a los socios para reforzar económicamente al club ganó el partido por goleada y tampoco ofreció muchas explicaciones.
Consiguió el permiso para solicitar un crédito de hasta 1.500 millones de euros destinado al Espai Barça y aprobó el acuerdo con Spotify por un margen que en ambos casos superaron el 80% de los votos favorables. Con una asamblea telemática en un día laborable de junio, no parece que nadie vaya a poner en un brete la activación de estas palancas. Que no moverán el mundo, pero que pueden evitar que el Barcelona se quede varado en el barro.
Primera acción Venta de hasta el 25% de los futuros derechos de televisión
Segunda acción Venta del 49% de la división de merchandising de la entidad
A ciegas Como con Spotify, el socio votará sin conocer los detalles de los acuerdos