El ingeniero español que mejora a Norris
José Manuel López, responsable ‘performance’ del McLaren del inglés, explica a AS su labor en el box: “Lando tiene un talento enorme”
Descansa el McLaren MCL36 número ‘4’ en el garaje sin ruedas, una hora antes de cualquier carrera, mientras revolotean los mecánicos alrededor. A la derecha, en pie y frente a los ordenadores, el primero de la fila es José Manuel López, el ingeniero de performance de Norris. Lando le rebautizó como “la clave de todo” porque en su primera carrera juntos, Austria 2020, se estrenó en el podio. Quizás el joven y gracioso inglés exageraba, puede que no, lo mejor es preguntar directamente a este albaceteño de 38 años dónde empieza y termina la influencia del ingeniero en los resultados del piloto.
“De niño jugaba al Scalextric con mi padre, incluso llegué a competir. Además, en el Circuito de Albacete había Superbike, camiones o Fórmula 3.000 en los noventa. De ahí me viene la pasión por los coches”, cuenta José Manuel. Estudió ingeniería superior industrial en la Politécnica de Madrid y se especializó en motorsport a través del máster del equipo Epsilon Euskadi. Preguntaba garaje por garaje en busca de un trabajo en los circuitos hasta que se abrió una vacante en Carlin para un ingeniero de pista de F3, en 2011. Hizo las maletas hacia Inglaterra por “un par de años… ¡ya van once!”. Su salto al Gran Circo se produjo en 2015, cuando Haas estaba conformando una escudería para entrar en el Mundial: “Me uní como ingeniero de ‘performance’ de Gutiérrez, después Magnussen, y en 2020 me fui a McLaren”.
¿Qué hace un ingeniero de performance? “El ingeniero de pista, el principal de cada coche, debe manejar un grupo muy grande y no tiene tanto tiempo para analizar detalles más técnicos. Por eso el ingeniero de ‘performance’ está más cerca del piloto a la hora de ajustar temas de conducción, ver cómo mejorar en ciertas curvas, la electrónica del volante, los cambios en el rendimiento del coche mediante los mapas del diferencial, mapas del reparto de frenada, mapas del freno motor…”. Tiene mucho peso “en la gestión de los neumáticos, algo fundamental para poner al equipo de estrategia en una situación un poco más cómoda”. En ese proceso, ejerce igualmente como “centro de las comunicaciones” entre cada departamento.
Agenda. Su gran premio arranca una semana antes, “en la fábrica y el simulador”. En el circuito, el jueves empiezan las reuniones. “A partir del viernes todo se aprieta, los entrenamientos son muy importantes para recoger la información con la que prepararemos el ‘set-up’. Vemos con Lando los datos y qué queremos hacer en la siguiente tanda, o qué mejorar. También le paso información cuando está en pista, pero en este caso a través del ingeniero de pista, Will (Joseph)”, explica. Por ejemplo, en Ímola les dieron las tantas porque habían terminado el esprint “con más degradación que nadie”. “Revisamos muchísimos detalles, Lando fue capaz de asimilar todo lo que le pedimos y traducirlo a la conducción”, y acabó tercero por detrás de los Red Bull.
Para José Manuel, el ingeniero ejerce una influencia directa “en el plan, sí, pero luego es el piloto el que tiene que ser capaz de llevarlo a la pista, y ahí es donde se ven las diferencias”. Él las ha visto: “Magnussen es muy bueno adaptándose a cualquier circunstancia, otros necesitan el coche fino y si no se pierden”. Sainz, con quien coincidió en F3, “siempre indaga en el ‘set-up’ para buscar la décima extra”. En cuanto a Norris, el enorme piloto que ahora tiene entre manos: “En clasificación extrae lo mejor del coche y además es una esponja, tiene un talento enorme para aprender nuevas técnicas. Eso me parece excepcional, aparte de su velocidad pura”.
Pasión “De niño jugaba al Scalextric e incluso competí. De ahí me viene”
Trayectoria Empezó en F3 en Carlin, en 2015 llegó a Haas y en 2020 a Woking
Lando “En clasificación extrae lo mejor del coche y además es una esponja”