Rahm muestra solidez
Jon derrota al campo (-1) en la ronda inicial y muestra sus credenciales como McIlroy
Tregua en el tapiz verde. Tras una previa agitada del US Open por el enfrentamiento entre PGA Tour y LIV (el nuevo circuito financiado con dinero saudí), The Country Club (Brookline, Massachusetts) dio inicio a la 122ª edición del tercer major de la temporada en un exigente campo de calles estrechas y greenes pequeños que no permite errores. Cada fallo pasa factura y la regularidad en cada golpe es, por tanto, fundamental.
“La receta para ganar este US Open es clara: hacerlo todo bien. Debes brillar con el driver, los hierros, el putter, chipeando, los segundos golpes, los impactos desde el rough... y estar bien mentalmente durante cuatro días. No puedes esconderte. Creo que tu mayor aliado aquí es la fuerza mental, y eso es lo que necesitas”, aseguraba Jon Rahm, el vigente defensor del título. El ‘León de Barrika’ reconoce no tener “presión adicional por defender el título” y completó sus primeros 18 hoyos con -1 (69 golpes) con un juego sereno, completo y sólido coronado con un fastuoso y lejano putt teledirigido en el agujero final para derrotar al campo y dejar muestras de que quiere reeditar título. Cuatro birdies y tres bogeys aderezaron la tarjeta del español junto a once pares.
El -1 del vizcaíno, que hoy saldrá a las 19:03, le sitúa en el top-15 de una clasificación que lideraba, al cierre de esta edición, el canadiense Adam Hadwin con -4, seguido con -3 por hasta seis jugadores, entre otros, el norirlandés Rory McIlroy, gran favorito en las apuestas y que ha dejado magníficas sensaciones en el estreno pese al bogey del último hoyo. Ambos partían como grandes favoritos y han demostrado en el recorrido inicial que el complicado campo que acoge la edición 122ª del US Open es de su total agrado.
Resto de españoles. La terna patria en el US Open 2022 la completan Sergio García y Adri Arnaus, que salieron en los partidos de la tarde. Ninguno de ellos dejó buenas sensaciones por lo que les tocará brillar en la segunda jornada para intentar pasar el corte. El castellonense hizo 74 golpes (+4) mientras el catalán impactó 76 veces (+6).