De Jong, la tercera palanca
El club persiste en abrir la subasta por el holandés
Si alguien creía que la aprobación por parte del socio de las palancas financieras en la Asamblea Extraordinaria de este pasado jueves iba a suponer un cambio en la hoja de ruta del club con Frenkie de Jong está muy equivocado. Más bien todo lo contrario: según ha podido saber AS, el objetivo en los próximos días es intensificar los contactos con los clubes interesados en busca de una oferta de salida que satisfaga a la entidad blaugrana.
El precio mínimo de salida del centrocampista es de unos 80 millones de euros, aunque por ahora no ha llegado al club ninguna proposición de este calado, siendo el Manchester United el único que ha hecho un primer contacto formal, pero con unas cantidades que se consideran insuficientes en la cúpula blaugrana: 60 millones fijos más variables.
En todo caso, cada día es más evidente que Frenkie no vestirá la camiseta blaugrana la próxima temporada. Hasta el propio jugador, que ha vaciado totalmente su taquilla en la Ciutat Esportiva, ha empezado a modular su discurso y ya no es taxativo en sus declaraciones sobre su futuro. Y es que la presión del flamante técnico del United, su compatriota Ten Hag, empieza a calar en el internacional holandés.
En el Barcelona insisten en que la marcha de Frenkie se tratará de una decisión deportiva y no financiera. Así lo manifestaba ayer mismo el vicepresidente del área económica, Eduard Romeu, quien declaró abiertamente en RAC1 y SER Catalunya que “desde el punto de vista económico, nunca la hemos tenido presente para cuadrar los números del ejercicio. Es un tema desde el ámbito meramente técnico”.
Pero lo cierto es que se trata de una combinación de ambas vertientes. En el aspecto deportivo, es evidente que De Jong no ha sabido asumir el liderazgo ni explotar sus virtudes en el Barcelona, siendo un jugador destacable pero nunca referencial en el equipo. Esta falta de liderazgo le ha lastrado en su juego, viendo cómo chavales como Pedri y Gavi le comían la tostada a las primeras de cambio.
Pero evidentemente, a nivel económico, su marcha también supone un alivio para las arcas del club, ya que la próxima temporada se convertiría en caso de que no se pudiera plasmar su salida en uno de los jugadores mejor pagados de la plantilla dirigida por
Xavi, con una ficha cercana a los 13 millones limpios de euros. Con Frenkie en el disparadero, la gran incógnita es saber si el Barcelona será capaz o no de encontrar un sustituto a su altura. En la dirección deportiva el candidato ideal está bien definido.
Silva, el deseado. Se trata del centrocampista portugués del Manchester City Bernardo Silva. Sería, sin duda, uno de los grandes fichajes del verano, casi a la altura de Erling Haaland por el propio City, Darwin Núñez por el Liverpool o la renovación de Kylian Mbappé con el Paris Saint Germain.
El problema en el caso de Bernardo Silva es que los citizen difícilmente dejarán escapar a una de sus estrellas por menos de 100 millones de euros, por mucho que el internacional luso apriete e intente forzar una salida.
Las alternativas no son tan espectaculares, pero sí pueden acabar teniendo un papel relevante dentro del proyecto. Jugadores como Ilkay Gundogan, Martín Zubimendi, Carlos Soler e incluso Rubén Neves están en el radar del club en caso de que finalmente se cierre el traspaso del holandés.
Decididos Su precio de salida es de 80 millones de euros, el United solo ofrecía 60