El gran reto de Rodrygo
En la 2022-23 emprende el brasileño el desafío de hacerse ‘indiscutible’. Vini es su modelo a seguir
Pese a tener sólo 21 años, Rodrygo ya ha pasado por muchas etapas desde que llegó al Madrid. Hace unos meses, sin ir más lejos, se atascaba en la frontera del notable, pero no le daba para el sobresaliente. Y Asensio le adelantaba por la derecha. Pero justo ahí, por X o por Y, hizo click. Algo cambió en él.
Se enfundó en una capa de héroe que le ha dado sazón y galones. Ahora, afronta la 2022-23 como el gran candidato a la banda derecha. Y eso que la llegada de Mbappé, por momentos, pareció hasta abrirle las puertas de salida. Pero sin el francés, le toca sacar más pecho y demostrar que ya no es un simple joven con talento, sino un crack mundial, una realidad tajante. Como lo es ya Vinicius.
Porque para él, su compatriota es un ejemplo a seguir. El sendero pasa por emular sus huellas. Tras unos inicios con dudas, acabó erigiéndose como estrella y tornando en indiscutible. El talento de Rodrygo es debatido por pocos, pero algo le falta para hacerse con un puesto definitivo en el once. Y ese es, precisamente, el desafío que afronta este nuevo cur- so. Dar un golpe sobre la mesa y despedirse de su sitio en el banquillo. De las rotaciones con un Valverde que le ganó la partida, por ejemplo, en la final de la Champions.
Y está en ello, progresando, creciendo. Esta ha sido su tercera temporada de blanco. En la primera jugó 29 partidos y marcó nueve goles. El primero fue en un amistoso contra el Bayern y el estreno oficial, ante Osasuna en el Bernabéu (2-0; aunque con el Castilla ya había marcado uno, al Rayo Majadahonda). Su mejor actuación esa temporada fue un hat-trick al Galatasaray. La temporada pasada, ya más maduro, dejó la disciplina del Castilla: disputó 33 partidos, teniendo minutos en todos los de Champions menos en uno. Y esta, ya ha vivido 49 partidos. Y cada vez yendo a más y mejor.
Futuro. Como contó AS, está en los planes del Real Madrid para lo que cataloga como su ‘once del futuro’. La banda derecha lleva su nombre. Parece haberle ganado el puesto por completo a Marco Asensio, cuyo futuro sigue en el aire.
A expensas de que se dilucide, Rodrygo cuenta con la total confianza de Ancelotti. Este curso ha sido el cuarto máximo goleador con nueve zarpazos. Algunos de ellos, vitalicios, como su doblete City; o su milagro para forzar la prórroga ante el Chelsea. También fue el protagonista de la fiesta de la 35 Liga ante el Espanyol. Rodrygo tiene un gran reto esta temporada: hacerse ‘indiscutible’ y encontrar la regularidad necesaria para ser por fin un crack mundial.