“Mi sueño es quedarme, soy parte de esta familia”
Fabien Causeur, 35 años desde el jueves y cinco temporadas en el Madrid, acaba contrato ahora. En este tramo final se ha ganado la renovación.
—Vuelven a levantar un título. —Estoy muy contento, la temporada ha sido muy exigente, con muchas bajas y altibajos, pero el equipo ha demostrado un gran carácter. Cuanto más complicadas se ponen las cosas, más se nota ese carácter y la unidad. Lo hemos dado todo, estamos vacíos. Después del partido teníamos ganas de fiesta y a la vez de descansar. —Se le ha visto muy emocionado, ¿es el título que más ha saboreado?
—Sí, lo hablaba el día antes con Thompkins, que si ganábamos iba a ser algo especial como la Euroliga (la de 2018), porque emocional y físicamente llegábamos vacíos y es muy bonito vencer así, y más viendo cómo estaba el Palacio. Y luego también la emoción de ganar delante de mi mujer y de mi hija, porque detrás de un jugador hay mucho sacrificio. Después de perder en Belgrado me sentí muy mal... —Levantó a su hija como si fuera un título.
—Soy una persona muy feliz, y más desde que nació mi hija, y además soy muy fan de El rey león (se ríe).
—¿Algunos de los gestos de la victoria fueron reivindicativos? —Vi a mi mujer con mi hija en brazos y se me saltaron las lágrimas, así de fácil. Hay gente que especuló que fue porque era mi último partido y era más por el sacrificio de todo el año, porque dedico mi vida al baloncesto y la otra parte es mi familia y a veces me siento mal: tratamientos, más entrenamientos para ser mejor… Con mi mujer formo un equipo y lo llevamos así, por eso quería dedicarle el título. Y bueno, también lo pensé, que a lo mejor era mi último partido, y me dije: “Da todo lo que tienes, que si hay que salir, que sea por la puerta grande’. Luego espero que eso no pase. —¿Va a renovar?
—Aún no lo sé, pero mi sueño es quedarme en el Madrid. Esta semana hablaré con mi agente y con el club para saber qué quieren hacer conmigo. Todo el mundo sabe que estoy feliz aquí, que me siento parte de esta gran familia.
—Su papel junto con el de Hanga y Deck ha sido decisivo. —La gente dudaba de lo que haríamos sin bases y al final nos salió espectacular. Somos tres jugadores generosos. La versatilidad de los tres ha ayudado a que triunfáramos.