Patricia Rodríguez “Trato de allanar el camino a las mujeres”
Patricia Rodríguez Barrios (San Sebastián, 1982) es una pionera en el fútbol español. Fue la primera mujer que ocupó el cargo de gerente en un club masculino de Primera División. Mañana, en Sevilla, contará su experiencia en la ‘Jornada de la mujer en la gestión deportiva’.
Patricia Rodríguez Barrios (San Sebastián, 10 de marzo de 1982) es un ejemplo del crecimiento de la figura femenina en la gestión en el fútbol. Llegó al Eibar en 2014 como directora financiera y en 2016 se convirtió en la primera mujer en la historia del fútbol masculino español en ocupar el cargo de gerente de un club de Primera. Cinco años después es una de las dirigentes del fútbol español con más experiencia tras pasar por Eibar, Elche y Granada.
Un ejemplo y referente para que en un futuro no sea extraño ver a mujeres dirigiendo clubes. Mañana, en el Palacio de Congresos de Sevilla, contará su experiencia en la Jornada de la
Mujer en la gestión deportiva con otras referencias en este ámbito.
—¿Cómo llega al fútbol?
—Fue casualidad. Trabajaba en una consultora y apareció una oferta en InfoJobs para la dirección financiera del Eibar, que acababa de subir a Primera. Me apliqué y en agosto de 2014 estaba trabajando allí. Entré como directora financiera y en 2016 el Consejo de Administración decidió que el presidente fuera institucional, crearon la dirección general y me dieron la oportunidad.
—¿Cómo vive una mujer dentro de un sector tan masculino?
—En los últimos años, llevo ocho, ha habido cierto cambio y evolución. Hace falta todavía ese equilibrio, que poco a poco más mujeres lleguen a puestos de tomar decisiones. En mandos intermedios sí hay más. —Lo cierto es que la mujer va entrando cada vez más en el mundo del fútbol, pero en la gestión es donde menos encontramos.
—En general, sucede en otras industrias. En particular, en el deporte, que necesita dar un paso más en la profesionalización. Movemos en 37% del PIB, que es una barbaridad. Hace falta ese cambio de chip para que haya más mujeres. Lo noto en los programas de gestión deportiva que doy clase, que de 20 alumnos igual dos son mujeres. Antes es verdad que no había ninguna...
—Según un estudio, sólo el 13 por ciento de los estudiantes de un máster de gestión deportiva son mujeres, ¿qué les diría para animarlas?
—Lo primero, que es apasionante, no se van a aburrir jamás. A mí personalmente es una de las cosas que más me atrae. Cuando llegué, mi miedo era que fuera rutinario. Lo más importante es que no tengan miedo. Hay barreras, pero también están las propias. Con trabajo y esfuerzo al final lo van a conseguir, pero sobre todo creyendo y teniendo confianza en sí mismas, que es la parte que muchas veces nos falta. —¿Ha sentido alguna vez discriminación? —Sí, alguna vez he notado eso, que alguien ha repetido algo que yo he dicho y le han hecho más caso… son clásicos. También he notado alguna vez que yo misma tenía miedo a hablar. Son esos miedos que hay que superar. En lo otro hay que trabajar como sociedad y educar. Muchas veces hay ciertos patrones que se repiten porque son educacionales y repetitivos de lo que hemos visto en la sociedad y eso es lo que tenemos que ir cambiando. Tenemos que educar a los niños y niñas para que esas cosas no sucedan más.
—¿Ha notado mucha evolución desde 2014?
—Sí. Ha habido un cambio grande. No nos podemos quedar parados y hay que seguir, pero esos cambios tienen que penetrar, tienen que ser por convicción. A veces tengo la sensación de que sucede porque está mal visto decir algo en contra, pero realmente la forma de pensar sigue siendo la misma. Creo que no vale de nada hacer una de chapa y pintura, hay que asentar bien los cimientos y que eso se interiorice. Por eso creo mucho en la educación. Los niños interiorizan la primera información. Esa parte de la educación es muy importante.
—Es usted una de las cien mujeres más influyentes de España, ¿cómo lo lleva?
—Con un poco de apuro, en el sentido de ver quienes están alrededor. Y orgullo, porque hay unos nombres increíbles con logros alucinantes. Tratando también de poner esa escalera a las que tienen que venir detrás. Tratar de allanarles un poco el camino. —¿Ser un ejemplo es una responsabilidad?
—Tienen que ver que existen mujeres en puestos de dirección y que les sirva para animarse. Si no tienes un referente es muy difícil, lo ves imposible. Es cierta responsabilidad y, desde mi situación, lo que intento hacer es tratar de ayudar en lo que puedo. Dar luz sobre los puntos a favor y en contra. —¿Cuándo llegará el equilibrio definitivo?
—Va a tardar, porque lo estamos viendo. Se dan pequeños pasos, pero aún hay puestos y situaciones en las que cuesta más. Antes era totalmente contraria a las cuotas y ahora creo que tienen cierto sentido. Sin ellas, nunca conseguiremos ese equilibrio.
Evolución “Ha habido un cambio grande desde 2014, pero hay que seguir”
Educación “Hay que asentar los cimientos y que se interiorice la igualdad”