AS (Baleares)

Ander Herrera “Voy a seguir en el PSG, nos falta la guinda del pastel”

- JAVIER SILLÉS

FRANCIA Hay pocas voces en el fútbol que hablen con la claridad de Ander Herrera. Después de una temporada marcada por la noche del Bernabéu, llega la reflexión. “Me parece injusto que se nos exija ganar la Champions”, asegura.

Cuando se pone delante de un periodista, Ander Herrera (Bilbao, 32 años) habla con una naturalida­d singular. El jugador reflexiona sobre su evolución y lo que está por llegar después de un curso marcado por la noche del Bernabéu. Le quedan dos años de contrato en el PSG y luego quiere volver al Zaragoza. El objetivo de la Champions sigue ahí.

—Vayamos al grano, ¿va a seguir en el PSG?

—Sí, llevo tres años y estoy feliz. Con lo exigente que soy conmigo mismo quiero seguir y disfrutar de un club en crecimient­o rodeado de los mejores futbolista­s del universo. Además, nos falta la guinda del pastel.

—¿No teme la competenci­a que tiene y la que puede llegar (Vitinha, Renato Sanches...)?

—A mí me gusta. En Mánchester me hacían la misma pregunta cuando estaban Schweinste­iger, Matic, Pogba o Fred. A París llegaron Danilo, Gueye, Rafinha... Y he jugado y he tenido siempre responsabi­lidad. Eso me ha hecho ser mejor futbolista. —De aquel jugador que empezó en el Zaragoza como casi un

10, hay una clara evolución futbolísti­ca...

—Empecé con Marcelino en ese 1-4-4-2 tan caracterís­tico suyo, partiendo de la izquierda. En algún partido me tocó a la derecha.

Se lesionó Ewerthon y se cambió el sistema y pasé yo a actuar de 10 con Arizmendi por delante. —¿Por qué retrasó su posición? —Por un tema numérico. A un 10 se le piden 10 o 15 goles por temporada y yo no los hacía. Cuando llegué a Mánchester jugué más atrás hasta el punto de que una de mis mejores temporadas fue como pivote defensivo. Me gusta poder jugar en distintas posiciones. Ya sea de 6, de 8 o en un momento dado de 10.

—Pero tiene último pase, una virtud de los mediapunta­s.

—Sí, pero de 8 o de 6 también puedes llegar a zonas para dar ese último pase. En el Top-10 de clubes de Europa al 10 se le piden esos goles que no era capaz de convertir. Así que yo también pensé: “¿Qué tienes que hacer para jugar?” Se trata de ser útil.

—¿Y dónde se siente más cómodo?

—Depende. Contra rivales encerrados quizá jugando de 6 participas más. En cambio, en partidos que se juegan de tú a tú la posición de 8 es muy buena, porque hay más espacios, llegas más al área...

—Es un futbolista que se sale un poco del guion, es muy analítico.

—Si no juego, busco la razón. No digo este entrenador es un desastre, no me quiere... Me gusta pensar el porqué. Hay muchos que preguntan a los entrenador­es por qué no juegan. Yo intento analizar por mí mismo los motivos. Hasta el día de hoy no me ha ido mal.

—Ha jugado con grandes centrocamp­istas. ¿Con cuál se queda? —El mejor con el que he jugado es Verratti, pero he jugado con muy buenos. Thiago, qué decir de Pogba, uno de los futbolista­s con mejores cualidades... O Schweinste­iger, que llegó al United en el tramo final de su carrera, pero era increíble verle. Aun así, siento especial devoción por Verratti. El futbolista siempre piensa que tiene que jugar, pero si él juega en tu posición... Nada que decir (Risas). Lo pongo al nivel de Xavi e Iniesta. —También ha disfrutado de grandes entrenador­es...

—Desde Marcelino que me hizo debutar en el Zaragoza con ese 4-4-2 casi perfecto, pasando por Javier Aguirre, que es un motivador increíble, o Gay. En Bilbao tuve a Ernesto Valverde, una de las mejores personas que me he encontrado y que nos hizo clasificar­nos para Champions. Y a Marcelo Bielsa, que podría estar hablando horas de él... Es el más diferente y original que he tenido.

—¿Tan singular es? —Recuerdo la obsesión que tenía por dar informació­n al jugador del rival. Llegaba la hora de la siesta y algún jugador descolgaba el teléfono porque sabía que le podía caer una llamada de Marcelo: “¿Está usted despierto? Son tres minutitos para que conozca al volante ofensivo rival...”. Es un entrenador que no descansa. —En Mánchester tuvo a Van Gaal y Mourinho...

—Van Gaal está un poco en la línea esa de Cruyff o Guardiola, es un profesor. Mourinho me reconvirti­ó en un centrocamp­ista de otro corte y sacó una de las mejores versiones de mi carrera. También tuve a Solskjaer, una persona honesta, como Valverde.

—Hasta llegar a París. —Primero fue Tuchel. En cuanto a análisis del rival no hay otro mejor. Me parece que es la persona más concisa y directa. Y Pochettino, un grandísimo entrenador. —Parece que el próximo será Galtier. ¿Qué le parece? —Todas las veces que me he enfrentado a él utilizaba un 1-4-42 con un bloque muy junto, donde era difícil meter el balón entre líneas porque estaban como perros de presa para que te equivocara­s y salir a la contra. Hizo una hazaña con el Lille. Futbolísti­camente es lo que puedo decir, pero Mauricio (Pochettino) es aún nuestro entrenador. —¿Qué valoración personal hace de la temporada que acabó? —Hasta enero era una de las mejores temporadas de mi carrera, por no decir la mejor. A partir de ahí todo cambió. Vino una pequeña lesión de isquio y luego un problema ocular que me tuvo dos meses y medio fuera, que no sé cómo se originó. Empezó como una conjuntivi­tis y se agravó, incluso contagié a mi familia y fueron unos meses fastidioso­s.

—La gran pregunta es por qué el PSG no ha ganado la Champions todavía.

—Porque hace dos años fallamos muchas ocasiones contra el Bayern en Lisboa en una final que por méritos deberíamos haber ganado. Esta temporada fuimos superiores al Madrid, pero ellos necesitaro­n 20 minutos de lucidez para ganar. Es fútbol. Por eso nos gusta tanto. Y sin quitarle ningún mérito al Madrid, porque la realidad es que tiene algo especial. Hay que quitarse el sombrero ante ese espíritu de sobreponer­se a las adversidad­es.

—¿Lo del Bernabéu fue un problema más mental que futbolísti­co? —No, no lo pienso. Realmente hasta el 1-1 el equipo estaba bien. Y es que entre el 1-1 y el 2-1 no hubo ni tiempo. Imagino el sentimient­o de incredulid­ad de mis compañeros. Me cuesta encontrar una explicació­n futbolísti­ca.

Bernabéu “El vestuario era un funeral, era difícil encontrar respuestas”

Mbappé “Iba a ser uno de los grandes en el Madrid; en el PSG será el mejor”

—¿Cómo fue el después en el vestuario?

—Los siguientes días eran un funeral. Era difícil encontrar las respuestas, expresarse...

—¿Con Ramos en el once hubieran perdido ante el Madrid? —No me gusta hablar en hipótesis. Sergio ha tenido mala suerte con las lesiones, pero somos optimistas con él. Cuando me hablan de profesiona­les pongo su ejemplo o el de Ibra. —Mbappé sigue. ¿Cómo han vivido este año a su lado?

—La gente no le preguntaba lo que iba a hacer. Pensé que iría al Madrid, pero no ha sido así. Hay que respetar la decisión de un chico de París y que ha decidido querer hacer historia en el club de su ciudad. —¿Por qué cree que se ha quedado? —Creo que en el Madrid iba a ser uno de los mejores jugadores de su historia y en el PSG puede ser el mejor jugador de la historia del club. —¿Cómo ha visto a Messi en su primer año en el PSG?

—Se le piden 50 goles por temporada. A partir de ahí, si no los hace, la gente habla. Pero para mí es el mejor de todos los tiempos. Ahora le admiro más por cómo maneja su día a día con humildad, siempre con una sonrisa . —¿No cumplen Messi y Neymar a veces un papel parecido? —Son los mejores recibiendo al pie. El éxito está en compenetra­rse con las rupturas de Kylian, los laterales... La mezcla funciona.

—¿Cómo es el encaje del tridente con el resto del bloque? —Sabemos que necesitamo­s un bloque trabajando para sacar la mejor versión de los tres. Yo como centrocamp­ista estoy encantado de hacerlo. Me da igual recorrer 14 kilómetros si luego ellos van a estar descansado­s delante. —Ahora se les va a volver a exigir la Champions.

—Que se nos exija me parece injusto. Hay ocho o diez equipos que aspiran a ella... Y luego normalment­e la gana el Madrid.

—Se posicionó en contra de la Superliga y le llovieron críticas. ¿Lo volvería a hacer? —-Repito lo que dije. La Champions es mejorable, pero la Superliga quitaba muchos sueños a niños que no son del Madrid, del Barça o del Atleti. Soy muy zaragocist­a y de pequeño quería ver competir al Zaragoza con los grandes de Europa. —¿Y al Zaragoza volverá? —Me cuido para volver en un buen estado. Me quedan dos años de contrato y luego querría representa­r a mi club. —¿Estuvo cerca de entrar en el accionaria­do?

—Se hablaba de comprar el Zaragoza y no. Era formar parte del accionaria­do, con César Sánchez. No se dio. Ahora estoy contento de que gente como Jorge Mas, Joseph Oughourlia­n o Raúl Sanllehí estén. Toca disfrutarl­o como aficionado.

—Por último, ¿la Selección es un sueño perdido?

—No pierdo la esperanza. Luis Enrique no me ha llamado ni siendo finalista de la Champions ni en el inicio del pasado curso. Pero tenemos al mejor selecciona­dor posible. Si no confía en mí intentaré hacerle cambiar de opinión.

Selección “Intentaré hacer cambiar la opinión de Luis Enrique”

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