Repetir curso
El Movistar Estudiantes se quedará un año más en la LEB Oro ● Los propietarios estudian la venta del club madrileño a un grupo de inversión
Ni en el examen de fase regular de mayo ni en la recuperación de la Final Four de junio. El Movistar Estudiantes suspendió las dos convocatorias que tenía para ascender en tan solo un año desde la LEB Oro a la ACB. Un fracaso en mayúsculas para una institución con 75 años de historia, 55 de ellos entre Liga Nacional (27) y ACB (38). Hasta su descenso en 2021, solo Madrid, Joventut y los colegiales habían estado presentes en Primera de manera ininterrumpida desde 1957.
Una decepción cocinada a fuego lento, que tuvo su amargo punto final frente al Bàsquet Girona de Marc Gasol, que maniató y dejó sin respuesta a los madrileños a pesar del ajustado resultado (60-66). Porque los ramireños caminaron sin problemas por Segunda, pero nunca llegaron a dominarla de manera autoritaria. Las victorias caían por la calidad y la amplitud de una plantilla configurada con el presupuesto más alto de la categoría: 14 en las primeras 17 jornadas. Sin embargo, el resto de sus pares le perdieron poco a poco el respeto, sobre todos los grandes: balance de 2-6 en fase regular ante el Girona (11), el Granada (0-2), el Lleida (1-1) y el Palencia (0-2).
El juego no era arrollador, con ciclos muy malos y líderes muy por debajo del nivel que se les presuponía: Djurisic desapareció tras el triunfo frente al Girona de enero y Beirán enlazaba su versión campeón del Mundo con otras más discretas. Faggiano y Dee vivían en un balancín, mientras que Nacho Martín sobresalía en acciones claves para luego obcecarse en las más simples... El gigante era batible, en definitiva, sobre todo tras perder por lesión en enero a Edwin Jackson.
Y por esa rendija se coló el Granada, que dejó sentenciada la Liga con su victoria en el WiZink Center en febrero. Un triunfo que fue un antes y un después. Se perdió la tranquilidad y se apilaron tres derrotas en las últimas siete jornadas cuando en las anteriores 26 (al margen de la de Granada en casa) sucumbieron en cinco ocasiones. La primera de ese ciclo, frente al Leyma en Coruña, se llevó por delante a Jota Cuspinera del banquillo. Diego Epifanio, Epi, cogió unas riendas que tiene pinta de haber soltado ya. “Es momento de que el club reflexione y tenga toda la suerte del mundo, él y cada una de las personas que forman parte de él”, dijo tras una derrota en Girona que deja la pregunta de y ahora, ¿qué?.
La respuesta, otra incógnita hasta que se apruebe o no la posible venta del club a un grupo de inversión que se enfrentará a una deuda histórica, que se cifró en 2010 en 11 millones de euros, 7,5 con Hacienda.
Esta última, la más acuciante, está ahora todavía por encima de los tres: poco más de un millón a pagar este año y la misma cantidad en 2023. En 2024 quedarían cerca de 1,5, correspondientes a los interés perdonados por la Agencia Tributaria desde 2021. Dificultades económicas que el Estu ha logrado surfear en gran medida por el apoyo de Movistar, su patrocinador principal hasta 2025.
El actual Consejo de Administración se reunirá hoy para, previsiblemente, abordar la operación. En caso de salir el sí, el traspaso de poderes deberá ser aprobada por los accionistas a finales de julio. Sería tan solo un trámite al contar los socios mayoritarios y sus empresas (Vicente Olivenza y Fernando Galindo con Voga Global Service, e Ignacio Triana con Forus) con el 43,6% del club. Porcentaja al que hay que añadir el 24,2% del Club (10%) y de la Fundación (14,2%), que también controlan. En total, un 67,8% que les permite actuar sin tener las manos atadas.
Balance El equipo perdió seis de los ocho duelos ante sus rivales directos