Zidane “Algún día quiero entrenar a Francia”

Zinedine Zidane (Marsella, 1972) cumplió ayer 50 años y ‘L’Équipe’ lo celebró con una extensa entrevista en la que repasa toda su carrera, como jugador y como entrenador. Evidentemente, el Madrid ocupa un lugar especial; también la selección de Francia y el PSG, que le pretende.

El diario L’Équipe dedicó su edición impresa de ayer de forma casi monográfica a Zidane, que cumplió 50 años. Una charla extensísima en la que el Madrid tuvo gran protagonismo; también, claro, el interés del PSG en que se haga cargo de su banquillo y su deseo de ser seleccionador de Francia.

—¿Cómo recuerda su fichaje por el Madrid desde la Juve? —Extraño. En francos, con todos esos ceros... Alucinante. No tenía otra opción. La Juve tenía derecho a pedir lo que quería, y el Madrid a pagar. Acababa de cumplir 29 años, sabía que me estaba perdiendo jugar en el Madrid. Necesitaba ese renacimiento, ese nuevo reto. —¿Recuerda su primer encuentro con Florentino Pérez? —Fue en Mónaco. La primera vez que nos vimos, todo se hizo allí. Florentino es un hombre que no bromea. Cuando dice “vamos a hacerlo”, lo hace. Estábamos en una gran mesa para una cena de gala. No estábamos al lado del otro. Me pasó una servilleta, dentro estaba escrito: “¿Quieres venir?” Y yo le contesté en un trozo de servilleta de papel: “Yes”. Todavía me pregunto por qué le contesté en inglés. A partir de ahí empezó todo. Hice cinco años. Ese es mi número. Me siguió. —Ese fue su dorsal de blanco. —Cinco años en la Juve, cinco años en el Madrid... Si un día alguien mira el lugar del 5 en mi vida, que escarbe, hay cosas increíbles. Participé en cinco victorias de la Champions con el Madrid: una como jugador (2002), otra como ayudante de Ancelotti (2014) y tres como primer entrenador (2016, 2017, 2018). Florentino me dijo cuando firmo: “En mi equipo, los números van del 1 al 11. No hay 35 ni 40 en las camisetas. El único que está libre es el 5”. Le contesté: “No hay problema, me lo llevo. Ese 5 me dio mucho”. —Y en el Madrid pudo ganar la Champions al fin, ante el Leverkusen en Glasgow. Y qué gol...

—Con esa victoria lo había ganado todo con casi 30 años. Y con el Madrid, y ese gol que nos dio la victoria. Tres días después nació mi hijo Theo. No sé si es el gol más bonito.

Supongo que sí. Pero uno de los más importantes, sí. Necesitaba ser decisivo con el Madrid en una gran final. Cuando lo hice, estuve más relajado. Ya había perdido tres finales europeas, no podía dejar escapar la cuarta. El gol arranca de un centro de Roberto Carlos que está... ¡podrido! Pero al final, es hermoso. Hablamos de ello muchas veces. Se ríe y dice: “¡Es el mejor centro que he hecho nunca! Si no te hubiera dado ese pase, no habrías marcado ese gol”. Tiene razón. —De jugador a entrenador. Llegó en enero al Madrid y acabó ganando la Champions. ¿Creía que algo así era posible? —Cuando hago algo, lo hago para ganar. Soy un ganador, sin pretensiones. Vivo para ganar. Cuando gano, no me sorprende porque lo he dado todo. Y cuando trabajas, tienes derecho a ser recompensado. La victoria es tan bonita en la tanda de penaltis (Milán), como lo fue contra el Atlético en 2014, contra la Juventus en 2017 o el 3-1 al Liverpool en 2018. Este éxito demostró los recursos de un equipo, un club, un grupo que siempre se ha negado a rendirse. —¿Qué planes tiene para su futuro, ahora que está libre? —Continuar entrenando. Todavía quiero hacerlo. Y después, estar en un proyecto liderando, como presidente de un club o gerente de una empresa. Ya he empezado con el Grupo Z5, que iniciamos en familia. Me gustaría hacer un proyecto con gente que me guste, competente y de confianza. En la vida hay que saber rodearse de buena gente. —¿Y ser seleccionador? —Quiero hacerlo, por supuesto. Lo seré, espero, algún día. ¿Cuándo? No depende de mí. Pero quiero cerrar el círculo con la selección francesa. Conocí a este equipo francés como jugador. ¡Y es lo mejor que me ha pasado! ¡Pero de verdad! Es la cúspide. La selección está firmemente anclada en mi cabeza. ¿Suceder a Deschamps? No lo sé. En la actualidad, se ha creado un equipo. Con sus objetivos. Si después surge la oportunidad, allí estaré.

—¿Y al PSG lo entrenaría? —Nunca hay que decir nunca. Especialmente cuando se es entrenador. Cuando era jugador, podía elegir casi todos los clubes. Como entrenador, no hay 50 clubes a los que pueda ir. Hay dos o tres posibilidades. Esa es la realidad. Si vuelvo a un club, es para ganar.

—Se destaca que se gana usted el respeto de los mejores...

Florentino no bromea; si dice ‘vamos a hacerlo’, lo hace”

Vivo para ganar. Si gano no me sorprendo, porque lo doy todo”

¿Si me interesa entrenar al PSG? Nunca hay que decir que no”