“Mourinho es especial y muy gracioso”
Erik Manuel Lamela (Carapachay, Argentina, 1992) jugó dos años en la Roma, que le trajo a Europa procedente de River Plate. Y luego vivió dos campañas en el Tottenham a las órdenes del portugués José Mourinho.
Lamela ha llegado a la final en un gran momento, después de anotar el tanto que sirvió para ganar la semifinal contra la Juventus y de marcar otro golazo en Getafe.
—Gol a la Juventus para pasar a la final, golazo al Getafe, casi marca al Madrid... ¿Llega Lamela a esta final en el mejor momento?
—Sí, se puede decir que es uno de los mejores momentos. Llego bien, estoy confiado y tengo en mente lo que tenemos todos los sevillistas: hacer una gran final y tratar de llevarnos el título.
—Se volvió loco con el tanto a la Juve en la prórroga. ¿Qué sintió?
—Lo tenía todo ese gol: en la prórroga, era un partido que nos llevaba al lugar más lindo. Me salió festejarlo así porque hemos sufrido todos mucho este año, también nuestras familias. Saqué todo lo que tenía dentro, con euforia. —¿Qué le ha pasado al Sevilla para esta metamorfosis? —S i e m p r e supe que este equipo tiene nivel y calidad. No lo estábamos demostrando, pero lo hemos logrado en el tramo final. Éramos un gran equipo que no estaba bien y nosotros lo sabíamos. Hay que aprovechar que hayamos llegado a este nivel en el momento clave. —¿Mendilibar tiene algo mágico?
—Mendilibar nos dio mucho. Todo ha ido rodado. Empezamos a lograr resultados, los futbolistas hemos crecido todos individualmente y eso se ha notado en el colectivo. El técnico está haciendo un gran trabajo y lo importante es que creemos en él.
—Conoce bien también al técnico de la Roma, Mourinho. —Con Mou tengo una buena relación. Estuve un tiempo con él en Inglaterra y lo pasamos muy bien. Es un tipo especial, muy gracioso, no sabes con qué te puede salir. Te trasmite mucho y por algo llevó a sus
Mendilibar “Nos dio mucho y lo importante es que creemos en él”
equipos tan lejos. Una gran persona que sabe cómo llevar los grupos.
—Algún entrenador dice que usted es un futbolista “demasiado zurdo”.
—Pues no sé. Es verdad que a veces miro después el partido y pienso que igual podría haber tomado otra decisión. Jugando vas con las pulsaciones a mil y el corazón te sale por la boca. ¿Usar más la derecha? Soy feliz así. Entreno la diestra pero a veces por naturaleza me sale con la izquierda.
—Jugó dos campañas en la Roma hace casi diez años. ¿Qué ha cambiado en Lamela? —Tengo recuerdos increíbles de Roma y de la Roma. Fue mi primer club en Europa, el que me fichó de Sudamérica y confió en mí. Pasé dos años maravillosos. En estos años me cambió la cabeza, eres más profesional, te cuidas más y te preparas de otra forma para
los partidos. Hace una década todo era diferente.
—¿Y de Roma, qué guarda? —Allí guardo amigos, cada tanto voy a visitar la ciudad, que es maravillosa. Conozco restaurantes impresionantes allí, me gusta mucho la comida italiana.
—Se enfrentará a su compatriota Dybala, si el físico se lo permite. —Conozco bien a Paulo. Hablé con él antes del partido, pero no le pregunté por el físico. Ojalá que pueda jugar la final, porque es muy bueno y espero que no se lo pierda. Conociendo a Mou, no sé si era del todo verdad lo que decía de que estaba mal... Juegue quien juegue en la Roma, nosotros tenemos que pensar en el Sevilla. —Lástima que otro argentino, Acuña, se lo vaya a perder. —Es lo único amargo de esa noche de la semifinal. Es una pena que Marcos se pierda un partido tan importante. Es mi amigo, un gran jugador y muy importante para nosotros. No voy a hablar de los árbitros pero hoy se descuenta mucho y no se puede amonestar por no sacar en cinco segundos. Acuña nos ayudó mucho. —¿Le han pedido muchas entradas? —Buf. Es una locura lo de los vuelos, las entradas, mucha gente que te pide... Y nosotros tratamos de ayudar a todo el mundo para que nadie se pierda esta gran final.
Dybala “Le conozco bien. Hablé con él y espero que juegue la final”