Nada ni nadie puede con Lewis Hamilton
El inglés vuelve a ganar por delante del dúo de Red Bull y ahora aventaja en 19 puntos a Rosberg, que sólo pudo ser cuarto en Hockenheim. Alonso finalizó duodécimo, mientras que Sainz fue decimocuarto
Clic, clac, apenas eran unos puntos en el suelo, unas gotas de lluvia en la visera de Hamilton. Esa era la amenaza. Si acaso. O nada. En las gradas repletas de Hockenheim aparecieron algunos paraguas. ¿Y si hubiera llegado una tormenta terrible que anegase el circuito? Esa era la única opción posible para que el campeón del mundo pudiera perder la carrera. Pero no. Ni por eso. Ni por nada. Hamilton, tras ponerse líder en la pasada carrera, temía que al llegar a Alemania su compañero Rosberg se vengara, le devolviera la jugada, consiguiera la victoria y recuperase el liderato. Pero no. Imposible. Líder. 19 puntos al alemán. Cuarto título más allá del horizonte.
Cuando al talento se une un coche terriblemente bueno y los astros y los poderes de la F-1 se alían como el universo conspirador de las novelas de autoayuda, entonces no hay nada que hacer. “Lo intentaremos”, me decía Georg, el ayudante de Rosberg. Pero no. Hay que hacerlo, nunca intentarlo. Y eso es lo que hace Hamilton, conseguirlo, ganar y ganar y volver a ganar una y otra vez. Esta es la época de Hamilton. Y poco hay que hacer.
El inglés comenzó como había que hacerlo mientras miraba a su compañero quedarse parado, pasado por los dos Red Bull y algún Ferrari. Su compañero, primero y de ahí hasta el final. En esa salida también Verstappen pasa a Ricciardo, el holandés es Ronaldinho, el australiano Iniesta. Y al final Daniel acaba segundo con su compa- ñero tercero. Dos en el podio de Red Bull. Pura energía.
Tras la salida hay varias batallas, la de Hamilton contra su sombra, la de Rosberg y Ricciardo, la de Kimi llegando a Vettel y por detrás Alonso, pasando a Massa, otra vez más rápido que el brasileño, ¿recuerdan? Al paulista le pasa Sainz, pero los dos españoles entran en boxes y pierden puestos. El asturiano sale 13º, lejos de Button cuando estaba a dos segundos de su compañero antes de parar, algo similar sucederá en los siguientes pit stop.
“No te preocupes, después perderé el puesto al entrar en box, pero ya le pasaré en pista luego”, dice Fernando a su equipo adelantando a Gutiérrez. Sainz pasa a Massa, que acaba abandonando.
Llega la segunda parada. Rosberg entra antes y pasa a Verstappen al límite. Es la vuelta 30 y es sancionado con cinco segundos. En la siguiente parada lo cumple, pero en su equipo hacen ocho segundos en realidad y Nico se queda muy atrás. Termina cuarto. Fuera del podio de casa. Ricciardo intenta ir a por Hamilton con superblandos nuevos y blandos usados del campeón. Pero no. Nada. Se quedará segundo.
Lógico. Como también lo era que Alonso luchase por llegar a Button. Estaba a dos segundos cuando Jenson advierte de que sufre con sus neumáticos, el español quita tiempo con usados por los nuevos del campeón de 2009. Hasta que las palabras del caballero inglés y sus Pirelli le dejan descalzo en la pista y le pasan los dos mexicanos. Pierde los puntos. Y acaba 12º por el octavo de Button. Y Sainz, 14º adelantando hasta donde puede y más. Pero no era el día. Disgusto que termina al salir del circuito… Vacaciones. Merecidas de los pilotos, los equipos, ingenieros, mecánicos y de los que viajamos por el mundo contando las hazañas de estos héroes. Respiremos. Volveremos con más fuerza. Todos. Más. Y mejor…
Rosberg El alemán, sancionado por una acción con Verstappen Fernando Los Pirelli frustraron su pulso con su compañero Button