La decisión de renovar a Cristiano
Los grandes mitos de la centenaria historia del madridismo han tenido una forma de salir del club muy diversa a lo largo de la historia. Hay ejemplos para todos los gustos.
Alfredo Di Stéfano fue discutido por parte del Santiago Bernabéu. El mismo caso le ocurrió a Stielike con Ramón Mendoza. Más recientes son los casos de Raúl e Iker Casillas, ambos con la sensación de que el club no había sido del todo justo con ellos.
Ahora Florentino parece dispuesto a dar una vuelta de tuerca a la historia y ofrece (no con su dinero, por supuesto) un contrato a Cristiano Ronaldo hasta los 36 años, que él incluso asegura que no será el último en la institución.
El presente y el pasado de Cristiano Ronaldo son perfectamente conocidos por todos los aficionados: cifras mareantes de goles jalonados de títulos. Eso no se le puede discutir al futbolista portugués.
Pero, por otra parte, también considero que no es el típico jugador de club al que premiar con un contrato que acabe a sus 36 años. Ofrecer una vinculación hasta esa edad para un jugador que vive de su físico no es un gesto. Es un riesgo.
Desde mi punto de vista, si Cristiano vence su ego y sabe adaptarse a la natural pérdida de facultades con la edad, puede alargar su carrera más allá de los 36 años, pero no como un jugador franquicia.
Y lo que Florentino va a pagar (insisto, no con su dinero) hasta 2021 es un jugador franquicia.
Conociendo, no obstante, las personalidades de unos y otros, pienso que se trata de un contrato que no se va a cumplir y que alguna de las partes romperá con antelación sobre la base del rendimiento o la falta de cariño.
El tiempo dirá.
Alberto Rodríguez Ferreras
Burgos