Entre fuegos e incendios
El invierno y el frío que empiezan a destaparse en Barcelona tienen su contraste con el microclima de altas temperaturas que se vive en Cornellà. Un clima donde el calor aprieta y el fuego y los incendios empiezan a aparecer. Fuego el generado por las declaraciones de uno de los capitanes y símbolos del equipo, Víctor Sánchez, un tipo honesto tanto en el campo como fuera de él. Muy quemado tiene que estar para haber emitido unas declaraciones tan altisonantes, que no por sorpresivas dejan de reflejar una realidad evidente en el club, el tremendo vacío de poder existente y la discutible gestión de la toma de decisiones de una entidad que lejos de profesionalizarse parece involucionar como los cangrejos, dando pasitos atrás. Incendio también el existente en la grada. Una situación surrealista, que contrariamente a la solución que hay que aplicar, que es apagarlos con agua, se utiliza gasolina. Un esperpento el vivido el domingo, como epílogo final, al menos hasta ahora, de una situación insostenible.
Me pregunto qué debe pensar Mr. Chen de todo ello. La respuesta parece sencilla: nada piensa al respecto, pues desconoce la inmensa mayoría de problemas que vive la entidad. Una prueba más del escepticismo que me genera gobernar una entidad futbolística tan sui generis como la nuestra, a más de 10.000 km, sin conocer ni tan siquiera en manos de quién deja la gestión interna del club. En definitiva, un carrusel de problemas que se añaden a la falta de arranque del proyecto deportivo y que empiezan a cobrar una dimensión poco deseable, a la espera de que el mandamás aparezca pronto.