Siempre hay una primera vez en la vida

L

as Palmas acude al

Santiago Bernabéu sabiendo que las posibilidades de éxitos son ínfimas. La historia dice que en 37 visitas oficiales al coliseo madridista, ni una victoria, cuatro empates y 33 derrotas; con 22 goles a favor y 132 goles en contra... ¡De traca! Para jugar con juveniles y pensar en el siguiente partido en casa ante Osasuna. Encima, se pasa por el peor momento a nivel de resultados después de cuatro derrotas consecutivas, donde la falta de puntería y los fallos atrás han costado caro. Pero la fe está puesta en las estrellas que se han podido fichar: Jesé, el hijo que Las Palmas siempre soñó;

Boateng, que tras los miedos iniciales se ha convertido en el líder; y, Halilovic, para dar más mordiente al ataque amarillo, más calidad junto a los ya conocidos como Viera (que suspira por la Selección).

T

odos hemos visto ante el Villarreal que ni estando con un 2-0 a favor puedes estar celebrando la victoria ante un trasatlántico que es casi imparable. En el Gran Canaria, los blancos estuvieron soberbios: generaron múltiples ocasiones de gol para haber goleado, pero el fútbol es tan bonito que propició un milagro: el ahora ausente Araujo hizo el empate a dos en el último suspiro. El porcentaje de éxito podría ser del 1 por ciento, pero se tiene todo para intentar convertirlo en el cien por cien. Para ello, lo principal es no cometer errores atrás a la hora de sacar el balón jugado, que es donde más le han penalizado. Imposible no es, complicado, mucho. En la Isla soñaremos despiertos con que hoy se pueda profanar el Estadio de Chamartín. Alguna vez tiene que ser la primera; ¡ojalá nos toque ya!