Renovación a golpe de honradez
La renovación de Javi López ha levantado cierta controversia al considerar algunos aficionados que si el Espanyol quiere elevar su nivel de competitividad no tiene sentido renovar al de Osuna. Es curioso lo rápido que olvidamos de dónde venimos y quién nos ha acompañado en ese tránsito. En ese momento no había nada mas que aferrarse al compromiso de unos pocos, aquellos en los que la camiseta se funde y se confunde con la piel. Renovar a Javi López no es un premio a una trayectoria, si no un seguro de que siempre podremos contar en nuestras filas con alguien que va a dar la cara. Es también un acto que reconcilia al club consigo mismo: un club de supervivientes. Nunca hemos sido los mejores, pero sí que lo hemos dado todo. Superarlo y superarnos. Por eso Javi y el Espanyol se parecen tanto.
Pero, además de un hombre hecho a golpes de honradez, Javi es un buen futbolista, incluso mejor de lo que él mismo cree. Trabajador hasta la extenuación, con recursos cuando se siente con confianza, disciplinado tácticamente, entiende el fútbol y lo ama, cosa que no sucede con todos. Pertenece a la estirpe de tipos de los que no recordaremos ninguna jugada pero que se quedan en el corazón, como Pacheta o Eloy Pérez. Ojalá se quede vinculado para enseñar a los jóvenes el material del que está hecho este club: actitud.