La esencia Scrambler muy bien puesta al día
Triumph utiliza la base de su modelo Street para desarrollar una moto de estilo clásico pero con tecnología plenamente actual y un comportamiento dinámico de buen nivel
El modelo Scrambler es legendario dentro de una marca que también lo es como Triumph. Con un diseño evocador, recurría hasta ahora a la familia
Bonneville para su desarrollo; una oferta que se ha modificado con la llegada a la gama de la serie Street Twin.
De este modo, una moto más actual en todos los sentidos pone al alcance de muchos los clientes esa filosofía Scrambler, que respeta con una fidelidad encomiable. Detalles evidentes como la forma de su depósito, el grupo óptico delantero, el asiento alargado y la contundente presencia de un sistema de escape elevado otorgan a esta versión el en(las canto de una máquina clásica, que desde luego no pasa desapercibida con esa fuerte personalidad de estilo tan británico e intemporal.
Sin embargo, su aspecto no debe invitar a pensar que se trata de un producto desfasado o poco cuidado, más bien lo contrario. Empezando por su motor, recurre a un bicilíndrico en paralelo, refrigerado por agua y un cubicaje de 900cc. Su potencia de 55 CV se antoja acorde con el planteamiento del producto aunque, por supuesto, no es el rendimiento ideal para los amantes de las sensaciones fuertes.
La Street Scrambler es una moto polivalente, ideal para disfrutar de la ruta sin excesos pero con muchas posibilidades de utilización. Se mueve bien por carreteras viradas autovías no son su terreno preferido, entre otras cosas por su cambio de sólo cinco marchas), en ciudad es ágil y manejable e incluso tolera ciertas incursiones fuera del asfalto gracias al recorrido de sus suspensiones y sus neumáticos. No es que se trate de una moto trail, tan sólo que su concepción admite circular por pistas o caminos siempre que no estén en muy mal estado y a ritmo adecuado.
Triumph también ha avanzado significativamente en sus últimas creaciones en términos de calidad y esta Scrambler es una muestra de ello. Por menos de 11.000 euros se accede a una moto de buenos materiales y acabados, con un equipamiento correcto y, sobre todo, el encanto incomparable de ese diseño imperecedero.