Más lío por el amarillo que por los pitos
La Policía requisó prendas gualdas en los accesos al Wanda
La pitada al Himno español, de la que tanto se habló en la previa del partido, quedó eclipsada por la polémica en los accesos al Wanda Metropolitano previos a la final de Copa. Allí, los controles policiales requisaron a los seguidores del Barcelona camisetas amarillas con el lema Ara és l’hora (ahora es la hora). Más allá de esta circunstancia, hubo una pitada que no fue unánime desde la grada blaugrana, donde había muchos seguidores barcelonistas con banderas españolas, que se mezclaron con las esteladas durante el partido con normalidad. Muchos seguidores del Barcelona llegaron de diferentes zonas del territorio nacional, incluso de países tan alejados como Honduras.
Además, la afición del Sevilla cantó el Himno casi más fuerte que la megafonía del estadio. En todo caso, abundaron mucho más las camisetas blaugrana y la pasión por un partido de fútbol que las reivindicaciones políticas que tanto se temían desde altas instancias en los días previos a la final de la Copa. El Himno, como estaba previsto en el protocolo, sonó sobre las 21:27 horas en el Wanda.
Al partido no acudió la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau. En su lugar estuvo Janet Sanz, teniente de alcalde. Tampoco estuvo la alcaldesa de la capital de España, Manuela Carmena, que está de viaje oficial en Costa Rica. Otra ausencia en el palco del Wanda fue la de presidenta de la Comunidad de Madrid, Cristina Cifientes, reconocida hincha del Real Madrid.
Quienes sí estuvieron, además del Rey Felipe VI, fueron los ministros de Interior, Juan Ignacio Zoido (reconocido sevillista); de Defensa, María Dolores de Cospedal; y de Cultura y Deporte, Íñigo Méndez de Vigo. Juan Espadas, alcalde de Sevilla, y Susana Díaz (reconocida aficionada del Betis), presidenta de la Junta de Andalucía, sí estuvieron en el Wanda. Gerard Figueras, secretario general de deportes, fue el único representante de la Generalitat.
En el minuto 17 de partido, desde la zona del Barça se escucharon gritos de llibertat (“libertad”). La afición del Sevilla estuvo en silencio en ese momento.
Según informó Europa Pressa, Asamblea Nacional Catalana (ANC) criticó que agentes de la Policía Nacional requisaran esteladas y camisetas amarillas de la entidad en la entrada del estadio Wanda Metropolitano. En una publicación en Twitter, se leyó: “El Gobierno español también decide cómo se debe ir vestido a la final de la Copa del Rey”. ANC reivindicó que, a su juicio, la solución es la independencia y la República de Cataluña. Así transcurrió el partido hasta que Felipe VI le entregó a Andrés Iniesta la Copa del Rey, la sexta que levantaba el jugador de Fuentealbilla y su título número 31 entre la algarabía de la zona azulgrana, que ya se ve muy cerca de tocar un nuevo doblete histórico, el octavo de su historia.
Silbidos En la zona del Barça se silbó al Rey y hubo pitos al Himno español
Mezcla Banderas españolas convivieron en la grada con esteladas