La quinta del Movistar llegó al son de Ricardinho
Los torrejoneros ganaron la Copa de Europa con el portugués como MVP
Los nombres del Movistar Inter, el club más laureado del fútbol sala, y de Ricardinho, el mago portugués que cada vez está más cerca de ser el mejor jugador de la historia, quedarán para siempre ligados por hazañas como la que consiguieron ayer en Zaragoza. Los torrejoneros se proclamaron pentacampeones de Europa tras vencer a un Sporting (5-2) que, como en 2017, hincó la rodilla ante un equipo de leyenda.
Arrancó el partido Nuno Dias, técnico del Sporting, jugando al despiste, con cambios inesperados para que el Movistar no se sintiera cómodo. Incluso asustó con una primera oportunidad, una chilena de Dieguinho que paró Jesús Herrero. Pero una ocasión como esta era algo que Ricardinho no podía dejar escapar para demostrar que, a día de hoy, su magia es la principal bandera de este deporte.
Empezó su exhibición con un pase medido a Gadeia, que no desaprovechó el brasileño para hacer el 1-0 con una definición preciosa. Y O’Magico continuó con un misil que se estrelló en el larguero. No obstante, el Sporting no se arrugó y Cavinato igualaba el choque.
El problema es que Ricardinho estaba desatado. Su escuadra lo sabía y realizaba continuos aclarados para que el portugués encarara. En una de esas, un gran bloqueo de Bebe dio al mago de Oporto la posibilidad de sacar un zurdazo magnífico. El 2-1 no frenó al Sporting, volcado a por el empate. Dieguinho estrellaba un balón en el poste y Ricardinho (¡sí, también en defensa!) sacó otro bajo palos. Antes del descanso, al astro aún le dio tiempo de asistir a Elisandro para que anotara el 3-1 a la media vuelta.
Nervios. El Sporting buscó soluciones tras el descanso, pero nada más reanudarse el duelo Rafael hacía el cuarto. Eran momentos en los que los madrileños se gustaban, con el pabellón coreando el nombre de Ricardinho y el portugués respondiendo con un disparo al palo desde 35 metros (la pista mide 40). Sin embargo, el Sporting apretó con portero-jugador y hasta acortó distancias. Pero nada cambiaría ya. Pola, desde su campo y a portería vacía, hacía el 5-2 y reivindicaba que si su estrella brilla es por el tremendo equipazo que le rodea. Un grupo de leyenda que ha llevado a este club a dominar Europa... ¡por quinta vez!