Corazón del Barça
● En un club difícil, poco dotado (acaso como todos los clubes) para las relaciones humanas, Andrés convirtió la convivencia en un asunto interno del vestuario. No existe, con el caso excéntrico de los que no lo quieren por tradición en Bilbao, nadie que no tenga en Iniesta un punto de referencia de afecto en cualquier parte de España. Ahora se sabe también que esa vinculación del fútbol afectivo con la realidad la representa el de Fuentealbilla. Es extraordinario lo que ha hecho para lograrlo: ser como es, no impostar ni la voz ni la autobiografía.