El Espanyol de Rubi no solo gana: también se gusta
Quinto triunfo con gol combinativo y conexión Darder-Borja
Repóquer de victorias el que suma el Espanyol de Rubi, cada vez más sólido defensivamente y suelto en ataque, como lo demostraron sus goles: solidaridad y virtuosismo en el primero, más ‘Darderismo’ y el olfato de Borja Iglesias en el segundo. El Nàstic también tuvo sus momentos, pero no los aprovechó.
Solo dos titulares repetían del 0-2 ante el Burnley, Dídac (sin relevo tras el traspaso de Aarón y con Pedrosa convaleciente de una fiebre) y Marc Roca. Se volvía a situar este último de pivote, esta vez en un 4-3-3. Rubi se había dejado en Barcelona a David López y Sergio García, y a los convalecientes Granero y Sergio Sánchez.
Empezó golpeando el Nàstic, deseoso de gustarse minutos tras la presentación ante su afición. Aprovechaba Tete un pase forzado a Álex López para robar y plantarse ante Diego López. Pero enseguida se repuso el Espanyol. Providencial estuvo Bernabé al rechazar primero un tiro de Naldo y acto seguido a quemarropa el chut centrado de Óscar Duarte a la salida de un córner. Y, a los 23’, Álvaro marraba tras un formidable desmarque con pase de Dídac. El delantero perico, cedido el curso pasado en el Nàstic, había recibido los aplausos del Nou Estadi, que estuvo exquisito en el minuto 21, honrando la memoria de Dani Jarque.
También atacaba el Nàstic, con un cabezazo de Barreiro que detuvo Diego y con un tiro cruzado de Uche. Subía la temperatura, de modo que Ávalos Barrera decretó un ‘cooling break’ a la media hora. Le vino fenomenal el refresco a los pericos, que a los 41 minutos encontraron el 0-1 en una acción asociativa y de clase entre Roca, Puado de espuela y Piatti que culminó Baptistao. Un tanto parecido al primero en Burnley.
Como en Turf Moor, se reanudó el partido sin cambios en el Espanyol, aunque poco tardó Rubi en dar descanso a Dídac, para lo que situó a Hermoso en el lateral zurdo. Para entonces, Mejías acababa de interceptar un pase de la muerte de Puado a Álvaro. Era medio gol.
Entró el encuentro en un tramo en el que lo más destacado, por sorprendente, fue la expulsión de Fali con roja directa. El centrocampista asestó un manotazo sin sentido a Víctor Sánchez, que Avalos no perdonó. Lo siguiente fue un intenso pero breve chaparrón. Y acto seguido, el 0-2. Necesitaron solo tres minutos en el campo Darder y Borja Iglesias para conectar por dentro y sentenciar el partido. Más ‘Darderismo’ y ración de ‘Panda’, a diez días solo para LaLiga.
Virtuosos El 0-1 se asemejó al toque y profundidad del primero en Burnley