Licencia para soñar sin miedo
Vallecas en el horizonte y con un objetivo casi increíble: poderse poner líderes aunque sea por unas horas. No es un hecho baladí, es un motivo de orgullo y que pone de relieve el gran trabajo anímico y táctico realizado por Rubi. Sin vértigos, sin excusas, con una plantilla poco reforzada, más bien lo contrario, pero con el inconformismo innato que caracteriza a todos los pericos de corazón y el míster lo es. Hemos pasado del derrotismo a la ilusión, de salir vencidos al terreno de juego a ser un equipo ambicioso que sale de cara a por los partidos. Esta es la verdadera victoria perica, clasificación y puntos al margen, el cambio de actitud y transformar la dinámica del equipo.
Rubi es nuestro líder, nuestro Mesías en una travesía dura y larga. Pero la gran ventaja perica es la ilusión, esa que ha brillado por su ausencia en el último lustro. Esta ilusión nos da licencia para soñar sin tabús, sin miedo a palabras como Europa, sin pavor por hablar claro y acuñando este sempiterno término añorado, ambición. En cada rueda de prensa del técnico de Vilassar puedo escuchar la palabra ambición y el término inconformismo, palabras casi desaparecidas del timorato diccionario perico. Hoy tenemos una oportunidad, anecdótica dirán algunos, seguramente los no pericos, pero para los espanyolistas, con un valor altamente simbólico y que reafirma el trabajo bien hecho y el cambio de chip del equipo. Un posible liderato o situarse en todo lo alto de la clasificación tiene un valor incalculable para nuestra entidad. Tenemos licencia para soñar ampliamente y para hacerlo sin miedos. Nos hemos liberado del miedo.